Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 36

Guadalupe puso en marcha el coche y condujo hasta el grupo Aranda. Cuando llegó a las nueve AM, la sala de reuniones ya estaba repleta.

Guadalupe caminó con sus tacones altos y empujó la puerta para abrirla. Diego la miró con expresión triste y dijo: "Guadalupe está aquí. Empecemos".

A Guadalupe no le importó. Había llegado tarde y no importaba cuantas excusas dijera.

El tema de hoy era la compensación para el Pueblo de Valle de Primavera.

Guadalupe estuvo a cargo del proyecto anoche y todos podían imaginar el resultado. Aunque las negociaciones no fracasaron, los dos representantes no se veían muy bien cuando se fueron.

Fue por eso que Diego se metió con Guadalupe temprano en la mañana.

Guadalupe nunca había sido pusilánime. Tan pronto como Diego terminó de hablar con frialdad, inmediatamente dijo: "Sr. Vega, lo que dijo está mal. He leído los detalles de la compensación. Por el bien del parque de diversiones, no es fácil evitarlos para llevar a cabo el proyecto.

Pero a principios de febrero, las oficinas centrales les pidieron a los diseñadores que elaboraran un plan de respaldo. Lo que les dije al Sr. Bielsa y al Sr. Goldson anoche fue real.

¿No es la cooperación siempre así en el mundo de los negocios? Dado que ya tenemos el Plan B, ¿por qué debemos ceder ante ellos?".

Las palabras de Guadalupe eran razonables, pero ella, una gerente que acababa de hacerse cargo del proyecto, solo había estado aquí por unos días. Sin embargo, ella iba en contra de Diego. Por un momento, el ambiente en la sala de reuniones se puso un poco tenso.

Después de trabajar tantos años en el grupo Aranda, Diego ya contaba con su prestigio. Ahora que Guadalupe se hizo cargo del proyecto, las personas inteligentes sabrían que ella no era simple.

Todas las personas presentes eran inteligentes y nadie quería ofender a ninguno de los dos, por lo que simplemente permanecieron en silencio.

Segundos después de que Guadalupe terminara de hablar, toda la sala de reuniones se quedó en silencio.

Guadalupe había esperado esta situación. Ella sonrió levemente y miró a German Burgos, que estaba al lado de Diego. "Sr. Burgos, ¿qué opina?".

Cuando Guadalupe trajo a German aquí, él no se quedó en silencio como los demás, sino que avivó las llamas.

Él dijo: "Guadalupe es joven y tiene un buen punto. ¡Estoy de acuerdo con ella! Todo este tiempo, el Pueblo de Valle de Primavera nos ha estado reprimiendo porque creen que los necesitamos. Ya que tenemos un segundo plan, ¿por qué no usarlo?".

Ronald habló y el jefe de departamento a su lado repitió.

El rostro de Diego volvió a ponerse furioso. Miró a Guadalupe. "Dado que todos piensan que la Srta. Aranda va bien, estaré esperando buenas noticias".

Sus últimas palabras casi fueron pronunciadas con los dientes apretados.

Guadalupe lo miró y sonrió. "No lo decepcionaré, Sr. Vega".

En Los Ángeles, ya estaba oscuro alrededor de las seis de la tarde.

Guadalupe vio a Marcos desde lejos, pero tenía miedo de que la fotografiaran. Ella no lo llamó. En cambio, esperó hasta que Marcos y su secretaria se acercaran. "Papá".

Marcos miró a Guadalupe y dijo: "Te ves bien".

Guadalupe alzó las cejas. "Ainoa nos ha reservado un asiento. Vayamos ahora".

Ainoa y Guadalupe se conocían desde que eran jóvenes. Estudiaron en la misma escuela.

En ese momento, cuando Guadalupe insistió en casarse con Aritz, Marcos la amenazó. Marcos aprendió de Ainoa muchas cosas sobre Guadalupe.

Las dos familias se conocían y a Marcos le caía bien Ainoa. "¿El estudio de Ainoa sigue abierto?".

"Todavía no. Puede que lo reabran en unos meses".

La familia Herrero era rica. Ainoa tenía un hermano y varios primos. La familia no necesitaba que Ainoa hiciera nada para mantenerlos. Ainoa estaba destinada a ser feliz y a no tener preocupaciones desde que nació.