Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 53

Ainoa resopló. "Arregló muchos problemas por ti antes. Probablemente no pudo dormir anoche después de saber que eras la hija del tío Marcos".

Guadalupe se encogió de hombros. "¿Qué tiene que ver eso conmigo?".

"Por cierto, Mónica mencionó que nos invitaría a almorzar esta tarde", dijo Ainoa.

Guadalupe sonrió. "Genial".

Mónica rara vez era tan generosa. Habían trabajado duro para ayudarla a conseguir clientes, pero ella solo les había dado una tarjeta de membresía.

Pasaban de las once cuando llegaron al restaurante. Guadalupe vio a Aritz y sus amigos una vez que bajó de su auto.

Ainoa siguió la mirada de Guadalupe y vio a Aritz. Rápidamente miró a Guadalupe y preguntó: "Es Aritz. ¿Deberíamos ir a saludarlo?".

Guadalupe inclinó la cabeza y la miró. "¿Por qué lo haríamos?".

Tras eso, Guadalupe se dio la vuelta y entró directamente al restaurante antes de que llegara Aritz.

Raúl, quien estuvo a punto de acercarse a saludar, se quedó atónito cuando vio que Guadalupe se daba la vuelta y entraba. "¡Vamos! ¿Iremos tras ellas?".

Tan pronto como terminó de hablar, el rostro de Aritz ensombreció.

Cuando Raúl vio esto, preguntó deliberadamente: "Aritz, después del divorcio, no tienen nada que ver el uno con el otro. Guadalupe cumple su palabra".

Mirando la figura que desaparecía a la distancia, Aritz se puso sombrío. "¿No puedes quedarte en silencio?".

"No te enojes. ¿No dijiste que querías divorciarte hace mucho tiempo?".

"¡Raúl!".

Al ver sus ojos oscuros, Raúl sintió que un escalofrío le recorría la espalda: "Solo tómalo como si estuviera hablando solo".

Había una razón detrás de la generosidad de Mónica hoy.

Su Club tenía un buen negocio y también sabía lo que se sentía ser rico o exitoso. Así que quería abrir una sucursal.

Ya había encontrado la ubicación, la cual estaba en una zona de entretenimiento, una ubicación perfecta.

Compró un restaurante español. Y luego sintió que era muy pequeño, así que compró también la tienda de abajo. Al hacer esto, quería convertir los dos pisos en uno.

Pero no se le permitió hacerlo.

Al escuchar esto, Guadalupe finalmente entendió. "Entonces, ¿necesitas mi ayuda?".

"El servicio aquí es bastante bueno", dijo Ainoa, sorprendida.

Guadalupe miró a Mónica. "Solo esperaré quince minutos".

Si no podía ver a Noah en los próximos quince minutos, se marcharía.

La expresión de Mónica cambió ligeramente al instante. "¿Es muy poco?".

Guadalupe la miró y sonrió. "¿O debería irme ahora?".

Mónica rápidamente extendió la mano para detenerla. "Está bien, quince minutos es suficiente. ¡Suficiente!".

Guadalupe se estaba divirtiendo con ella. No sabía cuándo se había vuelto tan adicta a ganar dinero. Durante la época escolar, su sueño era casarse con un rico de segunda generación.

Inesperadamente, le tomó solo unos pocos años cambiar de opinión.

"¿Qué te pasa? ¿Por qué de repente quieres ganar dinero?", preguntó Guadalupe, para matar el tiempo.

Mónica, quien acababa de beber un sorbo de jugo, se atragantó inmediatamente. Ainoa abrió la boca y dijo: "Oye, no es algo sorprendente. Todo es debido a ti. Verte sufrir con la familia Ávila durante estos últimos años, repentinamente sintió que no podía confiar en un hombre".