Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 66

Durante los tres años que Guadalupe pasó en la familia Ávila, se enfrentó muchas veces con Laia. Por lo tanto, conocía bien sus trucos. De lo contrario, no habría podido publicar tanta evidencia después de divorciarse de Aritz.

Al enfrentarse a alguien como Laia, Guadalupe sabía que ser racional no iba a funcionar.

Laia siempre podía hacerse la inocente e incriminarla a ella.

Por lo tanto, la mejor solución había sido abofetearla. Después de todo, los trucos sucios de Laia solo funcionaban con la familia Ávila.

Eso era lo que acababa de hacer, abofetear a Laia justo enfrente de Aritz.

Guadalupe abofeteó a Laia frente a Aritz. De verdad hizo.

¿Qué podrían hacerle los dos ahora?

¿Abofetearla de vuelta?

¿Se atreverían?

Al ver a Aritz, que salió del hotel con un gesto sombrío, Guadalupe se burló.

Sabía que había sido demasiado ingenua en el pasado. Había pensado que Aritz finalmente vería lo buena que era mientras hiciera el papel de una esposa abnegada.

Era una pena que Aritz estuviera tan ciego.

Guadalupe apartó la mirada y dijo: "Vámonos".

En eso, el chofer arrancó el coche. Guadalupe estaba de muy buen humor.

Después de todo, le dio una bofetada a Laia y eso hizo que se sintiera increíble.

Esperaba que Laia volviera a ponerse frente a ella después, para abofetearla de nuevo.

Como a Laia le encantaba tanto hacerse la víctima, Guadalupe definitivamente le daría la oportunidad de hacerlo.

Sentada a su lado, Sheila la miró. Quería mostrar su preocupación, pero supo que no era necesario cuando vio la leve sonrisa de Guadalupe. Sheila comprendió entonces que no la habían lastimado.

Antes de que Sheila se volviera secretaria de Marcos, pensaba que Guadalupe era tan quisquillosa e ingenua como las otras niñas ricas; como una princesa bien protegida que nunca salía del castillo para enfrentarse al mundo real.

Pero llegó a entender que Guadalupe no era una princesa, sino una reina.

En los tres años en que Guadalupe cortó los lazos con Marcos, Sheila había escuchado mucho sobre la historia entre ellos.

En ese momento, Marcos probablemente estaba enojado por la terquedad de Guadalupe. Seguido la criticaba frente a Sheila. Siempre dejaba escapar un suspiro y se refería a Guadalupe como "su obstinada hija".

Sheila negó con la cabeza, pero no pudo evitar decir: "La Srta. Laia no es tan inocente como parece".

Guadalupe se rio. "Por supuesto que no lo es".

Una niña inocente no se habría casado con alguien de la familia Ávila tan fácilmente.

Comparada con la familia Ávila, la familia de Laia no era nada digna de mencionarse. Los miembros de esa familia eran sólo plebeyos que dirigían una empresa.

Ese no era el punto de Sheila. Mirando a Guadalupe, Sheila estaba evadiéndola.

Había algo que Marcos le había ocultado a Guadalupe. Sheila sabía que Marcos la estaba protegiendo, y que no quería hacerla sentir mal.

Pero Sheila no pensaba que eso afectaría a Guadalupe.

Al ver que Sheila permanecía en silencio, Guadalupe se movió un poco. "¿Hay algo más que no me estés diciendo, Sheila?".

Guadalupe era tan perceptiva como Marcos.

Sheila se enderezó y luego dijo: "Anoche, el Sr. Aranda me pidió que investigara a la mujer con la que había salido el Sr. Ávila. No era Laia".