Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 65

Laia se detuvo cuando escuchó a Guadalupe. "¿Terminé qué...?".

"Tienes razón. Aritz y yo ya nos divorciamos. No me importan sus asuntos en absoluto. Srta. Ferrero, no creo que deba decirme todo esto. Quizás a esas dos damas en la recepción les interese".

Laia había reprimido a Guadalupe durante muchos años en la familia Ávila. En el pasado, el semblante de Guadalupe se volvía sombrío cada vez que Laia mencionaba a Aritz, pero esta vez, no parecía importarle. Incluso se burló de ella.

Laia miró a Guadalupe y su rostro se congeló. Pero pronto, se recuperó y la observó por un momento. "Eres mucho más dura que antes, Guadalupe".

En ese momento, la puerta del elevador cercano se abrió. Laia levantó la vista y su mirada volvió a posarse en Guadalupe.

Laia se mostró engreída otra vez y dijo: "¿Crees que Aritz te creerá a ti o a mí esta vez?".

Tan pronto como Laia terminó de hablar, Guadalupe vio que levantaba la mano y estaba a punto de abofetearla, así que agarró su muñeca de inmediato para detenerla.

Aun así, en ese momento se oyó una fuerte bofetada.

Laia se abofeteó a sí misma con la otra mano. Después de eso, se cubrió la cara y miró a Guadalupe con ojos rojos.

Era una pena que Laia no entrara en el mundo del espectáculo. Habría sido una buena actriz.

"Guadalupe, ¿cómo pudiste...?".

Una bofetada tan clara fue escuchada por varias personas en el vestíbulo.

Aritz, que acababa de salir del elevador, naturalmente también la escuchó. Guadalupe no sabía qué le pasaba a Laia, que se había abofeteado sola.

Cuando notó que Laia miraba detrás de ella, arqueó ligeramente las cejas. Se dio la vuelta y vio a Aritz caminando con un gesto de frialdad.

Con razón.

Guadalupe miró a Laia, que se tapaba la cara y de repente sonrió.

Guadalupe no esperó a que hablaran. Levantó la mano y abofeteó a Laia en la otra mejilla. Luego, miró a Aritz con una sonrisa pícara. "Sí, como viste, la abofeteé".

Guadalupe hizo una pausa por un momento y continuó: "Y, ¿vas a ayudarla a devolverme la bofetada?".

Con eso, el rostro de Aritz se oscureció.

Laia quedó aturdida luego de en verdad recibir una bofetada.

No podía creer que Guadalupe lo hiciera.

¿Guadalupe había enloquecido?

No. Siempre quiso abofetear a Laia, aunque no se le había ocurrido hasta ese momento.

En el pasado, cuando Guadalupe estaba en la familia Ávila, Laia y Olivia la metían en problemas de vez en cuando.

Olivia no tenía cerebro. Fue muy burda al tratar con Guadalupe. A menudo iba con Rodrigo para que él la regañara. Pero, de hecho, Olivia nunca le hizo daño.

Sin embargo, Laia era diferente. Siempre podía despertar la ira de Rodrigo hacia Guadalupe con unas cuantas palabras.

La familia Ávila siempre había estado insatisfecha con los antecedentes familiares de Guadalupe, por lo que Rodrigo estaba más de parte de Laia.

Guadalupe había sufrido mucho por lo que decía Laia. Olivia una vez abofeteó a Guadalupe y Laia lloró para defender a Olivia culpándose a sí misma. Laia puso una mirada lastimosa que, al final, hizo que Guadalupe se sintiera culpable.

Al principio, Guadalupe no entendía muy bien por qué Laia se había abofeteado a sí misma, pero cuando vio a Aritz, todo le quedó claro.

¿No era ese el típico truco de Laia?

Ella siempre había sido así. Cuando estaba a solas con Guadalupe, era la mujer más malvada. Sin embargo, cuando alguien más estaba presente, ponía cara de niña buena de inmediato.