Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1012

"No, gracias. Es una vieja enfermedad. Yi Jinli también me ha llevado a ver a un especialista", dijo Ling Yiran mientras retiraba la mano. Aquel doctor había dejado en claro que el período de tratamiento óptimo para sus dedos había pasado hace mucho tiempo.

Algunos de los medicamentos que ella tomó después fueron solo para aliviar el dolor que sentía cuando el clima estaba frío y húmedo.

"Ya estás aquí de todos modos. Solo deja que el Doctor Su eche un vistazo. El Doctor Su no atiende a los pacientes fácilmente", dijo Gu Lichen mientras arrastraba a Ling Yiran a la pequeña clínica.

Ling Yiran solo podía ver una clínica desierta. Un anciano con bata blanca y barba blanca desaliñada estaba sentado en una silla. En la pared frente a él había un televisor de 32 pulgadas, reproduciendo una serie de televisión triste y cursi que era un éxito en estos días.

Ling Yiran había escuchado a sus colegas hablar sobre la serie de televisión en la oficina. Se decía que era un verdadero drama.

El anciano miraba atentamente con una expresión seria en su rostro, casi como si estuviera viendo un programa de documentales.

"Doctor Su, ¿es posible que la Tía haya sido fanática de esta serie de televisión recientemente?", preguntó Gu Lichen.

El anciano llamado Doctor Su inmediatamente volvió la cabeza. Cuando vio a Gu Lichen, no pudo evitar quejarse: "¿Puede tu compañía hacer algunos dramas menos cursis? Mi esposa ha estado mirándolo todas las noches y me obliga a verlo con ella. Incluso tengo que contarle lo que aprendí después".

¿Cómo podía él prestarle atención a un drama tan cursi? Por lo tanto... él no pudo decirle sus pensamientos después. Su esposa empezó a perder los estribos. Ella incluso comparó su falta de concentración al ver televisión con ella en su relación.

Si no se concentraba en ver la televisión con ella y se sumergía en la historia, él no estaba tomando en serio su matrimonio y su relación.

Ling Yiran respondió: "Sí". Ella había pensado que el dolor máximo ya lo había conocido antes, pero se dio cuenta de que había más dolor por sufrir en prisión.

Gu Lichen se sorprendió cuando escuchó esto.

¿Ella tenía... todos los dedos rotos?’. Él solo pensaba que sus manos estaban heridas de alguna manera, pero nunca esperó que estuvieran tan gravemente heridas.

"¿Te crecieron las uñas después? ¿También te las arrancaron antes?", preguntó el Doctor Su.

"Sí", dijo Ling Yiran de nuevo, un poco sorprendida de que el Doctor Su lo hubiera notado.