Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 73

El fin de semana, Ling Yiran finalmente tuvo algo de tiempo libre poco común, así que Qin Lianyi la llevó a hacer compras juntas.

Las dos no habían ido de compras en mucho tiempo. Ling Yiran sintió como si momentáneamente hubiera regresado al pasado cuando paseaba con Qin Lianyi.

Antes del accidente, solía ir de compras a menudo con Lianyi. Había sido despreocupada, y su vida por delante se veía hermosa.

“Oh cierto, ¿qué hay de Jin? ¿Qué tanto sabes sobre él ahora? Por ejemplo, ¿dónde está su ciudad natal? ¿Qué clase de personas hay en su familia?” Básicamente, Qin Lianyi estaba principalmente preocupada de que su amiga fuera a ser estafada.

“Solo sé que su padre ya murió, y su madre parece que lo abandonó. No me dijo nada más, y no pregunté,” dijo Ling Yiran y sonrió.

“¿Eres tonta? ¿Por qué no preguntas más en detalle? ¡Al menos deberías saber a qué se dedicaba antes!” dijo Qin Lianyi.

Ling Yiran sonrió débilmente. “¿Por qué necesitaría averiguar a qué se dedicaba antes? En el pasado, yo pensé que sabía todo acerca de Xiao Ziqi – todo desde el historial de su familia hasta las escuelas a las que asistió. Inclusive recordaba la matrícula de su auto y los números de su identificación muy claramente. Pero al final, ¿acaso importó? Igual no pude verlo por quién realmente era.”

Qin Lianyi se mordió el labio. “Lo lamento.”

“¿De qué hay que lamentarse?” rió Ling Yiran. “No es nada de lo que debas preocuparte, de todas formas. Yo sé que estás preocupada por mí, pero realmente ya no me importa nada de eso. Además, si él no quiere decirme y yo insisto en preguntar, puede que solo invente historias para esconder la verdad, y yo no sería capaz de saber, ¿entonces cuál sería el punto de preguntar?”

“No hablemos de esto. Ven, vamos y compremos algo de ropa nueva. Todavía tengo que comprar un juego de ropa formal para cuando me reúno con clientes. El jefe de nuestro instituto de investigación de diseño me pidió que use ropa formal cuando me reúno con clientes,” Qin Lianyi se quejó mientras tiraba de Ling Yiran hacia una gran tienda cercana.

Como lo veía Qin Lianyi, como no tendrían que pagar por probarse ropa, entonces podrían probarse tanta como quisieran, y luego solo pagar por aquella que realmente pudieran costearse.