Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 866

El beso dominante pero persistente le recordó a Ling Yiran el beso que le dieron cuando estaba dormida esa noche.

'Se siente tan similar’.

'¿Era realmente él... en ese entonces? ¿Él me besó mientras dormía?’.

Él la besó hasta que ella apenas podía respirar.

Cuando terminó el beso, ella jadeó en busca de aire casi instintivamente, pero él presionó su cabeza contra su frente y murmuró con voz ronca: "No te enamores de Guo Xinli, ¿de acuerdo?".

Ling Yiran estaba sorprendida. "Yi Jinli, ¿no crees que estás siendo ridículo?".

Él terminó con ella, ¿pero él ahora le estaba pidiendo que no le gustara otros hombres?

El rostro de Yi Jinli se oscureció de inmediato.

'¿Sabe ella cómo me sentí cuando me senté aquí viendo estos videos de ella y Guo Xinli en el parque de diversiones juntos?'.

Era como si los celos se lo fueran a tragar.

Cuando él la vio mirar al hombre mientras le sonreía e incluso se ofrecía como voluntaria para ayudarlo a arreglar su corbata, sintió un cuchillo invisible cortándolo.

El dolor era tan intenso que cada respiración parecía ser dolorosa.

"¿Te gusta él?". Había un tono de frialdad en su voz.

Ling Yiran inmediatamente tembló. De alguna manera, ella tenía la sensación de que si decía que sí, entonces Yi Jinli realmente la restringiría.

¡Con su poder y rango en la Ciudad de Shen, era simplemente demasiado fácil para él encargarse de ella!

Además... Guo Xinli...

"Eso fue antes. Ahora que hemos terminado, ya no debería llamarte así", ella dijo.

"¿No me llamabas Jin antes de que empezáramos a salir? ¿Hermana?". Su aliento la roció ligeramente en su rostro.

Cuando la palabra ‘Hermana’ escapó de su boca, ella dejó de respirar.

¡Hermana, Hermana!

La palabra una vez la hizo sentir menos sola, dándole la ilusión de que finalmente tenía una familia.

"No eres mi hermano, ¿o sí? No creo que necesite llamarme 'Hermana', Señor Yi", ella dijo con una sonrisa amarga.

"Me hiciste llamarte 'Hermana'. ¿Cuál es el problema? ¿No quieres que se te haga responsable?". Sus dedos acariciaron suavemente su mejilla mientras empujaba los mechones de cabello enredados en su mejilla detrás de su oreja. "No puedes dejar de ser mi hermana cuando quieras".