Adiós al Pasado romance Capítulo 23

Laura estaba probándose el vestido de novia cuando su teléfono sonó varias veces.

Estaba ocupada arreglando la falda del vestido y no tenía tiempo para mirar.

Entonces, con la cabeza agachada, rápidamente dijo: —Javier, ¿puedes ver el mensaje por mí?

Javier, vestido con un elegante traje negro que acentuaba su figura esbelta.

—Sí

Tomó el teléfono de Laura, introdujo las iniciales de su nombre y su fecha de nacimiento para desbloquearlo.

Cuando vio el mensaje de Beatriz, Javier se quedó en silencio por un momento antes de leerlo en voz alta.

—Lala, Víctor y Manuel dicen que quieren asistir a tu boda. ¿Qué opinas? ¿Deberías dejarlos venir?

Su mirada se oscureció ligeramente y su tono adquirió un matiz celoso: —Lala, ¿qué opinas? ¿Deberían asistir a nuestra boda?

Javier dio unos pasos hacia adelante, se paró detrás de Laura y, con una sonrisa tranquila, despidió a la asistente de la tienda que estaba ayudando a organizar el vestido. Con una delicadeza palpable, comenzó a ajustar la falda del vestido de Laura.

Su figura alta y amplia cubría casi toda la de Laura.

Mientras sus dedos largos y bien definidos recorrían la tela de la falda, creando una atmósfera un tanto sugestiva.

—Javier... Quizásuizás no deberían venir.

Dijo Laura con la cara roja, mirando su rostro serio, tartamudeando tímidamente.

Javier soltó una risa baja y, con una mano, la rodeó por la cintura, atrayéndola hacia su pecho. Con la otra mano, acarició suavemente sus cabellos.

—Lala, confía en mí.

—Confía en la habilidad de tu esposo. Incluso si ellos vienen, no causarán ningún problema en nuestra boda.

La voz profunda y grave de Javier resonaba cerca de su oído mientras su barbilla descansaba en su hombro.

Laura, mirando sin realmente ver al espejo, no se dio cuenta de cuándo su rostro comenzó a sonrojarse profundamente.

Solo cuando logró concentrarse de nuevo, se dio cuenta de que Javier, en realidad, había sentido celos.

Un pensamiento increíble apareció en su mente.

¿Javier se había enamorado de ella?

Laura se tapó la cara sonrojada, sin poder creerlo.

Se decía a sí misma que apenas habían pasado unos días desde que empezaron a pasar tiempo juntos. ¿Cómo era posible que hubiera sentimientos tan rápidamente?

Solo eran esposos, y si él sentía celos, era algo normal.

Para calmarse, Laura continuó con la prueba del vestido, asegurándose de las modificaciones que necesitaba hacer, y luego se concentró por completo en el trabajo.

Javier observaba a la joven tan centrada en lo que hacía, sin decir nada. Solo ajustó la iluminación.

Una vez que se aseguró de que era la más adecuada, se retiró en silencio.