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ÁMAME UNA VEZ MÁS romance Capítulo 59

Alaia

—Mami, Dom —Alana dice y la observo con curiosidad mientras su espera una respuesta de mi parte.

—¿Quién es Dom, mi vida? —le pregunto y la siento en mi regazo para hacerle la otra coleta en su cabello.

—Dom, duerme —Noah hace el gesto de dormir y lo miro, sintiéndome confundida.

—Lo han dicho desde que despertaron esta mañana, que han visto a Dom y que él duerme, ambos lo dicen, con su media lengüita, ya sabéis que hay que escucharlos bien para entender lo que dicen, son tan monos —Tino los observa con cariño.

—Si vuelvan a ver a Dom y estoy cerca, me presentan con él, ¿vale? —les digo a mis niños, pensando en quién puede ser y me intriga el hecho de que ellos lo hayan mencionado, después de verlo ayer, no acostumbran a hacerlo con otras personas, debio significar algo.

—Ti —dicen ambos y se van a jugar después de que están listos.

—Seguro que es algún nuevo amiguito que conocieron en Seattle, Seattle —suspira— donde filmaron 50 sombras, he amado esa ciudad desde que la vi en la peli, hemos de viajar ahí —nos señala —, bueno, te decía, que seguro era un bebé, por aquello de que estaba dormido —dice Tino y aunque siento cierta curiosidad, tiene sentido lo que dice mi amigo.

—Hija —mi padre entra a mi habitación, ya que la puerta está abierta y los niños corren a abrazarlo, apenas lo ven.

—¿Cómo está el pequeño rey y la preciosa reina de la casa? —los carga a ambos y se ven felices mientras son consentidos por su abuelo.

—Cariño, acaban de enviar un correo, debes volver a España, la junta directiva quiere detalles del proyecto, estarás poco más de una semana en Madrid, dependerá del tiempo que te tome —dice.

—Sí, acabo de ver el correo, prepararé el viaje, programaremos las reuniones y presentaciones con mi equipo —expreso y él asiente.

—¿Has logrado averiguar algo del incendio? —pregunto, todas las chicas están en casa y emocionadas con su nuevo hogar, algunas como Jenn y su bebé, aún necesitan cuidados y nos estamos encargando de ello.

—Sí, tenemos algo, aparentemente no fue provocado, pero si sabemos que esa vieja casa era una trampa mortal, el abogado ya está trabajando de la mano de un investigador, nos haremos cargo, hija.

—Gracias, papá.

—Me llevaré a estos pequeños para que desayunen —él se los lleva.

—Vamos, que tu padre es todo un galán, ¿Cómo es que tu madre no ha caído a sus pies?

—No sé, pero creo que el hecho de que mi padre ha dejado de insistir hace que ella ahora le brinde atención, parece que les gustara ese juego del gato y el ratón, no sé, a veces parece que fueran mis hijos y no al contrario —exhalo.

—Madre mía, que ese gato pronto comerá ratón, de eso estoy segura —dice Tino.

—¡Dios santo, Tino! —le arrojo una almohada, este se lamenta al sentir el golpe, Ash muerde de risa y yo muerdo mi labio, no quiero pensar en la afirmación de Tino.

En la tarde Nick viene por los niños.

Abrazo a mis pequeñines quienes se ven muy dispuestos a pasar tiempo con su padre.

—Vamos, que parece que el bombonazo no ha tenido un buen día —dice Tino cuando los ve irse y yo solo puedo ver la misma cara seria de Nick, la cual solo cambia cuando mira a los niños, me fija antes de subir al auto.

—Aly, debemos terminar tu vestido, sabemos que aún no sabemos si esa boda va a celebrarse, pero es mejor tener el vestido listo —habla Ash y Tino apoya.

Admito que tienen razón.

—Antes debo hablar con Erika e Ignacio, para organizar el viaje y las reuniones en Madrid, estaré con ustedes apenas termine, Ash mientras no estoy, ¿podrías encargarte del proyecto, junto a Antonio, Carolina y Will? —sonrío.

—Bien —dice sin ganas y me rio.

—Pues ya está, yo me encargo de la colección —dice Tino y los abrazo a ambos, los adoro.

Después de pasar varias horas en el despacho hablando con los ingenieros y con mis dos asistentes, logramos organizar el trabajo de estos días para tener todo listo el lunes, que es el día en que viajaremos.

Solo llevaré a Loli para que me ayude con los niños y recuerdo que por ellos debo informarle del viaje a Nick.

—Sylvia, por favor, cuando veas al señor Garnett, dile que necesito hablar con él —digo ella asiente.

Subo a la habitación de Ash para medirme el vestido de novia para que ellos sigan trabajando en el.

—Que me muero por este vestido, es un sueño —dice Tino mientras observo mi reflejo en el espejo.

No me doy cuenta cuanto tiempo ha pasado y recibo una llamada, es Ignacio quien me pide enviar unos archivos del proyecto de forma urgente, así que camino vestida de novia para salir rápidamente de la habitación de Ash e ir directamente a la mía, donde desde mi laptop envío lo que Ignacio necesita y termino la llamada, salgo de mi cuarto y me muevo sin darme cuenta de que estoy por chocar con alguien.

Nick me mira de pies a cabeza, puedo ver la sorpresa y otras emociones están dibujadas en su rostro.

—Nick.

—Querías hablar conmigo —dice con voz fuerte mientras mira mi rostro y evita el vestido.

—Sí, me llevaré a los niños a Madrid, durante casi dos semanas, quería que lo sepas, nos vamos el lunes.

—¿Cómo llegaste hasta esta casa? —cuestiono mientras mis hijos le toman la mano y lo llevan con ellos hacia la sala.

—¿Qué te puedo decir?, los Russell son personas muy conocidas en esta ciudad —los niños piden que se siente en uno de los muebles.

—Alaia, señor Garnett —Loli se ve igual de sorprendida que yo —, buenos días.

—Buenos días —responde Nick y de paso conoce a Sondra quien se queda pasmada cuando Nick se pone de pie.

—Debo irme, tengo una reunión en poco más de una hora —le explico a Nick.

—Bien, iré con ustedes —afirma con seguridad y toma las manos de los niños —¿vamos? —mira a nuestros hijos.

—Ti —Noah da un salto y Alana muestra una hermosa sonrisa, sin tener las armas para combatir esas expresiones de afecto hacia Nick, permito que vaya con nosotros y pensar que tendré que verlo por el resto de mis días, refunfuño.

—Vamos Loli. Sondra creo que comeremos afuera, vendremos a la hora de la cena.

—Sí, señorita —dice, vuelve a ver a Nick con cierta timidez y este asiente hacia ella.

Salimos de la casa y veo que Nick ha contratado un auto de lujo para moverse, sin embargo, este no tiene las sillitas que deben usar los niños, así que él nos seguirá.

Llegamos al estacionamiento del edificio que está en la zona exterior y bajamos de los autos, Nick observa el edificio y se acerca para tomar las manos de los niños quienes lo llevan para entrar, seguidos de Loli, una vez bajo del auto, me encuentro con la dueña de un restaurante cercano al que iba seguido.

—Alaia, estoy encantada de verte —me abraza—, ¿Dónde están los niños?

Me giro en dirección a donde están y ella mira hacia allá.

—Pero ¿Quién es el guaperas que los acompaña? —cuestiona mirando a Nick, quien permanece en la puerta esperándome, nos observa mientras los niños siguen su camino con Loli.

—Es el padre de los niños —digo en tono bajo.

—Pero claro, ahora que lo he visto bien, pues que se parece al precioso Noah —dice—, te espero en el restaurante, venga que no te cobraré nada si llevas al galán de Hollywood —se muestra coqueta.

—Rosa —le digo y ella ríe.

—Vamos, te veré más tarde, prepararé tu platillo favorito, no faltes querida —me da dos besos y se va.

Tomo mi cartera para colgarla en mi hombro y aun sonriendo rodeo el auto para ir a la puerta, es cuando escucho las llantas de un auto rechinar y levanto la mirada para darme cuenta de que viene directamente hacia mí.

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