Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1000

Sotiria se tranquilizó. “¿Pensé que tú y tu hermano no se llevaban bien? ¿Por qué estás preguntando por él de repente?”.

Lorraine puso los ojos en blanco.

“No hay necesidad de sentirse culpable. No estoy aquí para quejarme con mi hermano. Tu seducción hacia Zach ha durado más de uno o dos días. ¿Cuál es el problema de que tengas una comida con él y lo beses? Ambos han hecho actos aún más escandalosos, gracias a ti, arrojándote constantemente a él”.

'¿Qué? ¿Cuándo me he arrojado sobre Zachary? Estoy feliz de estar lejos de Zachary. ¿Por qué me arrojaría sobre él?'.

Sotiria, que estaba tan avergonzada que tenía la cara roja, estaba a punto de explicarse cuando Garrison, que había salido de la habitación de Naomi, habló primero con voz oscura. “Lory, mi hija está dormida. ¿Por qué estás causando tanto alboroto?”.

“Je, ¿tu ‘hija’?”.

Lorraine miró a Naomi, que estaba acostada en la cama. Sus hermosos y límpidos ojos se llenaron de burla.

“Escuché que, hasta el día de hoy, Sotiria no tiene idea de quién es esa b*starda. Anduvo con tantos hombres en el pasado. ¿Quién sabe quién la dejó embarazada? Realmente no tienes sentido de la modestia, tan complacido y feliz de convertirte en una versión abaratada de su padre”.

La cara de Sotiria se sentía como si estuviera inflamada.

“Tú…”. Garrison pudo haber estado enojado, pero era impotente frente a su hermanita, a quien había malcriado desde pequeña. Él se obligó a calmar su furia y volvió a una entonación cálida. “Lory, sé por qué estás aquí. Papá estuvo aquí también y me golpeó. Dijo que, si no me divorcio de Sotiria, se irán y cortarán lazos conmigo. Estoy seguro de que estás aquí por eso. No tienes que decir nada más. Nunca me divorciaré de Tiria. Si de verdad quieres cortar los lazos por eso, como lo hizo papá, no tengo nada que decir. No me importa. Puedes cortar nuestros lazos si quieres”.

Sotiria enarcó las cejas, llena de emoción.

En ese momento, el alto y corpulento Garrison sintió como si le hubiera caído un rayo. Él tembló. Sus ojos, que eran tan grandes como el mar, mostraban una clara señal de pánico.

“Lory, ¿qué estás tratando de decir?”.

En ese momento, las puertas del ascensor se abrieron. Lorraine entró en el ascensor sin darse la vuelta.

“Tienes tanto miedo de perderla. ¿Puedes vivir contigo mismo si dijera lo que quisiera decir frente a ella?”.

Garrison se estremeció.