Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1006

Sotiria estaba parada frente a la puerta de una villa con una fina bata de hospital mientras el viento frío seguía rozando su frágil cuerpo.

¡Bum! Un trueno sacudió el cielo de diciembre y el granizo comenzó a caer desde arriba.

Su cuerpo estaba exhausto, sus piernas estaban débiles y estaba a punto de caer de cara sobre el suelo cubierto de granizo.

Sin embargo, el dolor que esperaba no llegó.

Un brazo fuerte se envolvió alrededor de su cintura cuando su rostro estuvo a punto de estrellarse contra el suelo y la levantó suavemente.

Ella vio un rostro impresionante a través de la brillante luz plateada. En medio de la nieve y el granizo, los ojos que la miraban parecían dos gotas de tinta negra y espesa que habían caído sobre un glaciar, y el aura regia y fría de un rey penetró su pecho y fue directamente a su corazón.

“¡Zachary!”. Sotiria lo llamó por su nombre y se sentó en su cama, solo para darse cuenta de que solo era un sueño.

Ella frotó su cabeza adolorida.

'¡Qué raro! A menudo soñaba con un Zachary sombrío e indiferente que me asfixiaba en el pasado, pero esta vez tuve un sueño completamente diferente'.

No creía que era un sueño antes de que se despertara. Se había sentido como si todo lo que le estaba pasando era en vida real…

“Mami, es muy tarde. ¿Por qué sigues en la cama?”. Se escuchó una voz infantil, sonando tan clara como una campana de plata.

Sotiria miró en dirección a la voz y vio a Naomi caminando hacia su cama con sus piececitos. Ella ya se había puesto su impecable uniforme de jardín de infantes y tenía su pequeña mochila en su espalda.

“¡Ya voy! ¡Ya voy!”. Sotiria acarició la cabecita de Naomi cuando llegó al borde de la cama. “Naomi, ve al armario y ayuda a mami a agarrar la ropa que se va a poner hoy”.

“Mami, ¿qué pasa?”. Al ver que Sotiria había dejado de avanzar de repente, Naomi levantó su carita adorable con el desconcierto desbordando de sus ojos inocentes y claros.

Sotiria sonrió como si nada hubiera pasado. “Nada, nena. Vamos o llegarás tarde”.

Entonces Sotiria se animó y comenzó a avanzar. Al mismo tiempo, también se preparaba mentalmente para enfrentar los comentarios desagradables de los padres que estaban en la entrada del jardín de infantes.

Efectivamente, seis o siete madres jóvenes que ya habían llevado a sus bebés al jardín de infantes y todavía estaban charlando alrededor de la puerta se abalanzaron hacia Sotiria tan pronto como ella soltó la mano de Naomi.

Sotiria siguió respirando hondo, recordándose en silencio que tenía que mantenerse fuerte y orgullosa y tomar represalias contra todas las amenazas que se dirigirían hacia ella sin piedad, sin importar lo que escuchara.

En ese momento, escuchó a una mujer con un vestido carmesí de una pieza decir con una sonrisa: “Tiria, casualmente estábamos hablando de ti. Hablando del rey de Roma… Jajaja. Todas te extrañamos cuando no apareciste ayer. Estamos muy felices de verte hoy”.