Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1029

Garrison soltó rápidamente la mano de Sotiria y su mirada se volvió fría cuando se volteó para mirar a Jordan.

“Entra”.

“De acuerdo”. Jordan se acomodó las gafas de montura negra mientras entraba en la habitación y dijo: “Vine inmediatamente después de su llamada. Terminé los trámites para que le dieran de alta y el doctor dijo que ya puede irse a casa”.

Garrison asintió con indiferencia.

Jordan se acercó a Sotiria y estudió meticulosamente su rostro manchado de lágrimas. “Tiria, escuche del matrimonio entre el Señor Connor y Lorraine. Si tiene ganas de llorar, entonces llora. Mantener todo adentro afectará su salud mental”.

Sotiria levantó las cejas y actuó como si no le importara.

“¿De qué estás hablando, Jordan? ¿Qué tiene que ver conmigo si se van a casar? ¿Por qué tendría que llorar?”.

“Tiria…”. Jordan palmeó el hombro de Sotiria para consolarla. “¡Bien entonces! Su matrimonio no es asunto nuestro. No nos preocuparemos por ellos, ¡y definitivamente no lloraremos por ellos!”.

Luego, los tres se fueron del hospital.

El tráfico se volvió más denso cuando se acercaban a la “Calle Dichosa”, y se dieron cuenta de que la calle no estaba obstruida por coches sino con personas.

Toda la calle estaba llena de gente como si fuera un evento en un centro comercial. Algunos de ellos incluso se habían amontonado en los caminos de entrada, haciendo imposible que los coches avanzaran.

Sotiria nunca había visto algo así.

Ella bajó la ventanilla y le preguntó a un chico de secundaria que estaba frente al coche: “Oye, ¿no se supone que deberías estar en la escuela ahora mismo? ¿Qué haces aquí en la calle? Bueno, está bien si te quedas en la calle mientras no afectes a los demás, pero ¿sabes que estás bloqueando las calles? Apenas podemos movernos”.

El chico frunció el ceño malhumorado.

¡Clanc!

La puerta se abrió de repente.

Cuando Jordan vio a Garrison salir del coche con una expresión grave grabada en su rostro, preguntó preocupada: “¿A dónde vas?”.

Garrison no dio ninguna respuesta. Él cerró la puerta de golpe con frialdad, se abrió paso a codazos entre la multitud y caminó directamente hacia Lorraine.

“¡M*ldita sea! ¿Cómo puedes ser tan grosero? ¿Sabes lo difícil que es para mí llegar a la primera fila, y ahora me empujas hacia atrás…?”. Las personas que fueron empujadas por Garrison se quedaron perplejas y se quedaron en silencio cuando vieron la expresión sombría en su rostro.

Como si pudieran sentir el aura fría que emanaba de Garrison, los que rodeaban a Lorraine y Zachary se alejaron para abrirle paso a Garrison.

Garrison caminó hacia Lorraine, agarró su muñeca con su mano derecha y siseó con frialdad: “¡Ven conmigo!”.