Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1049

Esto hizo que Sotiria entrara en pánico aún más. Ella apresuradamente agarró la mano de Garrison, que todavía estaba desabrochando su camisa.

“Garrison, tranquilízate. Yo—”.

“¡Cariño!”.

La voz profunda de Garrison la interrumpió. Su amor explosivo llenó sus ojos límpidos, haciendo que sus ya hermosos y vastos ojos fueran aún más cálidos, deslumbrantes y tentadores que nunca.

“He esperado demasiado tiempo por esto. Deja de rechazarme, ¿quieres?”.

Sotiria recordó cuánto dolor había sufrido Garrison a causa de ella y no podía soportar rechazarlo más. Ella soltó la mano de Garrison, se sonrojó y asintió.

“¿Podemos hacer esto… en la cama?”.

“Sí”.

Garrison, que estaba completamente contento, tomó inmediatamente a Sotiria en sus brazos y se dirigió rápidamente hacia el dormitorio.

Con cuidado y gentilmente colocó a Sotiria sobre la cama como si fuera un tesoro invaluable y raro que podría romperse en cualquier momento.

¡Plaf!

Garrison arrojó al suelo su chaqueta negra bien planchada y su camisa blanca como la nieve.

Garrison, cuyo cuerpo era tan perfecto como el de un modelo, tenía una piel clara de color trigo con una textura tan delicada como la seda… Sus músculos estaban bien formados y eran no demasiado voluminosos, con un leve contorno de músculos en su abdomen…

Sotiria, que al principio estaba aterrada y avergonzada, sin darse cuenta lo miró. Entonces, su rostro se sintió como si hubiera sido encendido con llamas. Rápidamente desvió la mirada.

Hablando objetivamente, Garrison realmente era perfecto.

Su belleza tal vez no era suficiente para enviar a alguien a un trance, como la de Zachary, pero definitivamente era un semental guapísimo. Si la belleza de Zachary era un diez perfecto, la de Garrison era de al menos 9,99.

“¡Espera! ¡Acabo de recordar algo!”. La voz magnética de Garrison y su cálido aliento rozaron suavemente sus mejillas sonrojadas.

Ella abrió los ojos.

“¿Qué cosa?”.

Garrison colocó la punta de su nariz contra la de ella y la miró apasionadamente.

“El doctor me dijo que habría efectos residuales de la droga. Incluso si mi cuerpo ha vuelto a la normalidad, tengo que esperar otro mes antes de poder tener hijos. De lo contrario, podría dejarte embarazada de un niño enfermo”.

“¡Uff!”. Sotiria dejó escapar un suspiro de alivio. “Dado que ese es el caso, terminemos aquí hoy. Esperaremos otro mes”.

“Eso no es lo que quise decir”. Garrison, que estaba rebosante de amor, habló con una voz ligeramente ronca. “Tal vez no podamos tener hijos ahora mismo, pero aún quiero consumar nuestro matrimonio. Es solo que necesitaremos otro método”.

'¿Eh?'. Las comisuras de los labios de Sotiria temblaron. Ella levantó las cejas.