Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1074

“Justo ahora en el pasillo, juraste que realmente me amabas”. La voz clara de Zachary sonaba débil.

Las pocas personas cercanas que escucharon lo que dijo Zachary miraron a Charlotte aún más despectivamente.

Como dice el refrán, las malas tienen alas y las buenas noticias andan a penas.

Sotiria se había vuelto notoria desde que la descubrieron coqueteando con Zachary en el baño el día de su boda con Garrison. ¡Ahora, todos en Rothesay la conocían!

¡Sotiria Green! Ella realmente era una p*rra sin integridad.

Olvidando el hecho de que la habían pillado engañando a su marido el día de su boda. Todavía estaba tratando descaradamente de involucrarse con el Señor Connor, aunque él ya estaba casado. ¡Ella quería ser una rompe hogares!

Charlotte ignoró las miradas de los demás y asintió sin dudarlo. “Sí, estoy siendo sincera”.

Los ojos de Zachary eran tan claros como un cristal de hielo, y una mueca se formó momentáneamente en su rostro. “Ya que eres sincera, ¿tienes las agallas para decirlo en voz alta para que todos en este restaurante puedan escucharte?”.

'¡¿Qué?!'.

Las manos y los labios de Charlotte temblaron.

Cuando sintió que sus manos temblaban, la burla en los ojos de Zachary se hizo más clara. “El hecho de que no te atrevas a hacerlo demuestra que no quieres decir lo que acabas de decir, así que no me vuelvas a molestar en el futuro”.

Luego apartó la mano de Charlotte con frialdad, dio un gran paso y se preparó para irse del lugar.

“¡Zachary Connor, yo te amo!”. La voz elevada de Charlotte de repente resonó detrás de él.

Sus piernas parecían estar hechas de plomo. Zachary ya no pudo dar otro paso. Su cuerpo alto y bien formado se congeló como una escultura de hielo bajo el candelabro que colgaba en el centro del restaurante.

Zachary no respondió. En cambio, convergió y ocultó todas sus emociones en su interior sin dejar rastro. Su voz entonces sonó indiferente.

“Entonces, ¿estás diciendo que quieres que sea tu amante?”.

“¡Sí!”. Charlotte no dudó, y sus ojos estaban llenos de determinación resuelta. “¡Te amo, quiero que aceptes ser mi amante y espero que me ames tanto como yo te amo en el futuro!”.

“Cubran sus oídos. ¡No quiero escuchar una palabra más que salga de la boca de esta mujer!”.

“¡Dios! ¡Por favor, envía un rayo aquí y fríe a esta zorra hasta convertirla en una patata frita!”.

La multitud se sentía extremadamente agitada y molesta. Nadie podía ver que un temblor tan sutil que era difícil de notar para otros estaba haciendo temblar las puntas de los dedos de Zachary en ese momento.

Sin embargo, en la superficie, él no reveló la más mínima emoción. “Estaré de acuerdo con tus términos siempre y cuando hagas una cosa más por mí”.