Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1122

Marco también odiaba a Virginia hasta la médula, pero para consolar a Harvey, solo podía hacer todo lo posible por mantener la calma y decir en voz baja: “Padre, el pasado pasó, la ley castigará a Virginia, y mi madre también podrá descansar en paz finalmente”.

En ese momento, dos policías escoltaban a Virginia y uno de ellos dijo: “Señor Green, la Señorita Swenson ha solicitado verlo”.

El rostro de Harvey se oscureció cuando apartó a Marco y caminó furiosamente hacia Virginia. “Dime la verdad. ¿Es cierto lo que me dijo el Oficial Zimmerman? ¿De verdad mataste a Carissa?”.

Virginia bajó la cabeza porque no se atrevía a encontrarse con la mirada agraviada de Harvey y susurró: “Harvey, aunque al principio fue demasiado para mí hacerlo…”.

“¡Cállate la boca, no me digas más tonterías!”. Harvey interrumpió a Virginia con frialdad. “Solo quiero saber, ¿mataste a Carissa? ¡Dímelo directamente!”.

Virginia solo pudo asentir. “Sí”.

“Tú…”. Harvey, que era extremadamente feroz, abofeteó la cara de Virginia con cada fibra de su ser.

“¡Ah!”. Virginia se tambaleó vigorosamente por la bofetada. Habría caído al suelo si los dos oficiales no la estuvieran sosteniendo.

“Por fin entiendo todo. Tomaste la iniciativa de meterte en mi cama en ese entonces, me dijiste que habías estado secretamente enamorado de mí y que solo querías estar conmigo solo una vez. Todo era mentira. Estabas planeando tomar la posición de Carissa desde el principio…”.

“Entonces, planeaste todo paso a paso. Te metiste deliberadamente en mi cama y dejaste que Carissa se enterara. Luego la mataste cuando estaba desconsolada y fue al lago para calmarse. ¡Hiciste todo eso sabiendo que naturalmente me casaría contigo y te dejaría tomar su lugar como mi esposa después de su muerte!”.

“¡Suficiente!”. Harvey interrumpió a Virginia con indiferencia. “No quiero volver a escuchar a esta mujer hablar. Llévenla lejos de mí inmediatamente”.

Dos policías escoltaron a Virginia.

El Oficial Zimmerman, que estaba a un lado, presenció esta escena en silencio. No planteó sus dudas de que, de hecho, era casi imposible que Virginia cometiera esos crímenes por su cuenta. Era probable que tuviera un cómplice. Era solo que Virginia había asumido toda la responsabilidad de los crímenes cuando estaba confesando, negando que había recibido ayuda, por lo que la policía no podía hacer nada al respecto.

Harvey fue directamente a Sotiria, su voz se había calmado.