Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1129

Aunque ella había recuperado su memoria, sabía que Zachary ahora era un hombre casado y era el esposo de otra mujer. Por lo tanto, ella había regresado a Rothesay y había seducido a Zachary solo para que volviera a la vida y volviera a su estado normal. Nunca había pensado en desarrollar una relación íntima con Zachary.

Sin embargo, Zachary aún así había logrado ganársela a la fuerza…

Ella no permitiría que algo tan ridículo volviera a suceder antes de volver oficialmente con Zachary.

Charlotte estaba tan cansada que se quedó dormida en cuanto se metió en la cama.

Se levantó muy temprano a la mañana siguiente y, tan pronto como salió de la habitación, vio a Zachary leyendo su novela frente a las ventanas francesas de la sala.

Ella parpadeó con incredulidad.

En el pasado, cuando vivía con Zachary en el Distrito del Divino Santuario, Zachary solía pararse frente a las ventanas francesas todas las mañanas para leer.

Ver a Zachary leyendo temprano en su casa la hizo sentir un poco desconcertada…

Charlotte sonrió con indiferencia. “Buenos días”.

Zachary la miró sin ninguna preocupación. “Buenos días”.

Charlotte lo miró con recelo. “Lamento interrumpirte mientras lees, pero, eh… me gustaría preguntarte, ¿por qué viniste tan temprano en la mañana?”.

Zachary parecía tan frío como un témpano de hielo. “Para ser precisos, vine aquí ayer y no me he ido desde entonces”.

'¡¿Qué?! Entonces, ¿Zachary pasó toda la noche en mi casa?'.

“Sí”. Durante los últimos cuatro años, Zachary había estado yendo al Atelier de Lottie todos los días para poder tener un espacio para pensar en Charlotte, por lo que siempre tenía las llaves del estudio con él.

Charlotte tomó las llaves de Zachary.

Zachary originalmente planeaba ir con Charlotte. Sin embargo, Naomi quería quedarse con Zachary y le pidió que jugara con ella después de despertarse… Además, el Atelier de Lottie no estaba muy lejos de su casa, así que Charlotte caminó sola hasta su estudio después del desayuno.

“¡Ah! ¡Tiria, eres tú! Qué casualidad. Estaba hablando de ti con mis mejores amigas. Decíamos que deberíamos ir a tu casa a visitarte y tal vez invitarte a almorzar”. Después de escuchar esta voz clara, Charlotte vio a una mujer que llevaba un grueso collar de oro y un vestido rojo caminando hacia ella.

Charlotte reconoció a esta mujer a primera vista. Ella era Quintessa Fabian. Su hijo solía ir al mismo jardín de infantes que Naomi.

Cuando vio la sonrisa de Quintessa, Charlotte pareció confundida. “¿Por qué necesitas venir a mi casa a visitarme? ¿Y por qué quieres invitarme a almorzar?”.