Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1189

Resumo de Capítulo 1189 Todo finalmente llega a una conclusión exitosa: Amor Adictivo de CEO

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Miranda tiró descaradamente de las manos de Charlotte y dijo: “Así que, solo fue malentendido, hermana. No quería denunciarte. Creo que has oído cómo mi hermano me va a castigar, ¿verdad? Mi hermano solo te escucha a ti, ¡así que tienes que hablar bien de mí!”.

A decir verdad, Charlotte no solo era moldeable, sino que también le encantaba recibir cumplidos de los demás. Cuando escuchó el cumplido de Miranda, quien peleaba con ella cada vez que la veía, se puso tan feliz que se sentía como si estuviera en el séptimo cielo y asintió profusamente.

“No te preocupes. Te ayudaré”.

Sin embargo, Miranda todavía estaba preocupada por eso.

“¡Está bien! Hermana, aunque Zach y yo no estamos relacionados por sangre, él me trata como a su propia hermana, así que también tienes que tratarme como si fuera tu hermana. Esta vez, hagas lo que hagas, tienes que hacer que me perdone. De lo contrario, tu hermana tendrá que vivir una vida inhumana durante los próximos tres años”.

Charlotte se palmeó el pecho y dijo: “No te preocupes por eso. No dejaré que eso te pase a ti”.

Fue entonces cuando Miranda la dejó ir.

“¡Clanc!”.

Charlotte abrió la puerta y entró en el coche.

Luego, cuando el rostro indiferente de Zachary apareció en su visión, ella se arrepintió. No debió haberse dejado llevar por el cumplido de Miranda.

¡Zachary!

Él era fiel a su palabra y firme en sus acciones. Nadie podía hacerlo cambiar de opinión después de que él hubiera decidido algo.

Sin embargo, ella todavía forzó una sonrisa en su rostro, se preparó y dijo: “Bueno, Zachary, ¿puedo hablar de una cosa contigo?”.

Zachary volteó la cabeza hacia Charlotte y dijo estoicamente: “Claro”.

“Bueno, este es el asunto…”.

Charlotte miró a Miranda fuera del coche.

Su madre había estado en contra cuando estuvo con ella ese año. Luego, su madre se encariñó lentamente con ella, pero la única en contra era su hermana, Miranda, ella se negaba a aceptarla. Todo había llegado a una conclusión satisfactoria ahora.

El lujoso Rolls-Royce internacional de edición limitada se alejó lentamente.

Miranda todavía estaba parada en el lugar. Miró el lugar donde Charlotte se encontraba hace un momento con una sonrisa en los ojos.

¡Ven!

Ella había dañado a Charlotte tantas veces, pero nunca se lo había tomado en serio e incluso intercedió por ella.

Charlotte era la persona a la que debía cuidar con todo su corazón y alma.

En cuanto a Lorraine, era una p*rra manipuladora que no merecía sus lágrimas en absoluto.

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