Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1191

Zachary era como una montaña de hielo andante, conduciendo en silencio.

Charlotte miró su rostro perfecto e inexpresivo. Ella tenía demasiado miedo de iniciar una conversación con él. Por lo tanto, decidió llamar a Coraline.

Coraline finalmente respondió después de mucho tiempo.

“¿Señorita Green?”.

Coraline tenía una tienda de ropa en Rothesay.

El mes pasado, antes de su compromiso con Garrison, Charlotte había comprado un vestido en su tienda…

Había sentido que los artículos de la tienda de Coraline eran de buena calidad y tenían un precio razonable, además ella y Coraline se habían llevado muy bien ese día. Por lo tanto, habían intercambiado números.

Sin embargo, Charlotte todavía tenía amnesia en ese entonces. No tenía idea de que Coraline alguna vez fue una amiga tan cercana que la consideraba una hermana…

Charlotte se rio entre dientes.

“Eh… Puedes llamarme por ese nombre también. ¿Dónde estás? Me gustaría verte”.

“Lo siento, Señorita Green. No estoy en la tienda. Si desea hacer una compra, espere que regrese, luego hablaremos”. La voz de Coraline estaba llena de una tristeza evidente mientras hablaba por teléfono.

“Cora, no te he llamado para hacer una compra. Dime dónde estás. Te veré allá”, insistió Charlotte.

El otro extremo se quedó en silencio por un momento antes de finalmente responder: “Le estoy llevando flores a mi mejor amiga”.

Charlotte se sorprendió.

Luego escuchó a Coraline continuar. “Pero ella se ha ido al cielo. Si insistes en verme, ven al Cementerio de Rothesay del Sur”.

Charlotte entendió de inmediato. La “mejor amiga” que Coraline había mencionado era ella. Su nariz sintió una oleada de ardor mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

“De acuerdo. Espérame”.

Ella terminó la llamada, esperó a que sus emociones se estabilizaran antes de voltearse hacia Zachary. “Eh… Si no es mucha molestia, ¿podrías—?”.

“Lo sé”.

Zachary la interrumpió con su voz profunda y magnética.

“Sé que puede molestarte si te sigo preguntando, e incluso una explicación sería irritante. Creo que incluso si te pregunto unas cuantas veces más, tu respuesta seguirá siendo la misma: hablaremos de eso una vez que hagas tu regreso público como Charlotte Simmons, pero no puedo esperar hasta poder casarme contigo de nuevo…”.

Los ojos oscuros como la tinta de Zachary, majestuosos y divinos, brillaban con una luz estrellada, resplandeciendo con sinceridad.

“Yo no soy como tú, niña. No me importa la reputación, y no me importa lo que digan los demás. Todo lo que me importa es estar contigo”.

Los ojos de Charlotte se llenaron de lágrimas.

Realmente deseaba poder decirle a Zachary que su deseo de estar con él era tan fuerte como el de él.

Quería decirle que él era la persona que más amaba y atesoraba. Incluso si él no tuviera un centavo y no tuviera poder, si fuera solo un hombre común, ella aún lo amaría y aún querría estar con él por el resto de su vida.

Quería decirle que en realidad no le importaba tanto su reputación.

¡Ella solo quería defenderse públicamente!

Sin embargo, cuando vio su rostro perfecto, un rostro que podría dejarla en un ensueño, desde el espejo retrovisor, cuando vio sus ojos llenos de tanta ternura y pasión, se llenó de tal emoción que era como si su garganta estaba llena de algodón. Ella no pudo decir una palabra.