Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 120

"Tú…".

Bryson escupía de ira. Su hermoso rostro ahora estaba tan retorcido que ya no se parecía a él, en lo absoluto.

“¡Charlotte Simmons! Recuerda esto. Si algo le pasa a ella, te haré pagar".

"¿Oh, en serio?".

El corazón de Charlotte se enfriaba cada vez más. Continuó esforzándose por permanecer determinada.

“En verdad me das mucho miedo, Bryson. Has estado muerto para mí durante mucho tiempo. No es necesario que te guardes las cosas. Si no es problema, ¿quizás podrías aclararme una cosa? ¿Cómo planeas hacerme pagar si algo le pasa a Tiffany?".

"Si Tiffany muere, me aseguraré de que tú también mueras, asesina". El hombre, consumido por la tristeza y la rabia, hervía y pronunciaba cada palabra como una maldición.

"Je, je...".

Esta vez, Charlotte no sintió dolor. De hecho, sus labios se tornaron en una sonrisa. "Es extraño que nunca me haya dado cuenta de lo estúpido que eres. ¿No sabes nada de cosas legales? Incluso si ella muriera, me acusarían de homicidio culposo y como máximo me enviarían a la cárcel. Ciertamente no me darían la pena de muerte".

Bryson la miró fijamente con una mirada helada en sus ojos, tan afilados como cuchillos y tan fríos como glaciares.

"Si la ley no te condena a muerte, ¡yo mismo te arrastraré al infierno!".

Nunca antes había visto a Bryson en un estado tan aterrador. Charlotte se quedó helada de miedo. Ella mantuvo tercamente su dignidad y mostró una sonrisa aún más gélida en la superficie.

"Muy bien, estaré esperando. Pero entonces, Bryson, si estás tan enamorado de Tiffany, ¿no deberías sentir la necesidad de morir con ella? ¡Deberías morir con ella y acabar con esto!".

“Charlotte Simmons, tú... tú... tú…”. Bryson estaba temblando, sus ojos estaban rojos de la ira y las venas de su frente estaban estallando, pero todo lo que pudo hacer fue apretar los dientes y mirar a Charlotte. No pudo decir una palabra más.

Charlotte se negó a perder más tiempo mirándolo.

Ella abandonó su fachada fría y arrogante una vez que se dio la vuelta. Sus ojos estaban ahora llenos de desilusión.

Había sido consumida por el resentimiento y el odio cuando le dio a Tiffany esa bofetada. No había pensado que todo saldría tan mal.