Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1201

'¡Sí! Me encantaría tener mi antigua apariencia de vuelta'.

Sin embargo, hace cuatro años, perdió su cara en ese accidente. Desde que el doctor le había dado forma a su cara con los rasgos de Sotiria este había sido su rostro. ¿Sería posible recuperar su antigua apariencia?

Como era de esperar, incluso la sala estaba igual a como Charlotte la había dejado. Parecía como si nadie hubiera estado allí en absoluto.

El cielo se estaba oscureciendo.

Naomi era como Charlotte. Le resultaba difícil conciliar el sueño cuando dormía en un lugar nuevo. Por eso, esa noche, Charlotte durmió en la misma habitación y cama que Naomi.

Normalmente, Naomi se quedaba dormida antes de las 9:00 p.m. Esta noche, logró conciliar el sueño en los brazos de Charlotte a las 10:00 p.m. Sin embargo, Charlotte tuvo problemas para conciliar el sueño.

Por lo tanto, sacó su teléfono para jugar con él.

Ella vio su foto tan pronto como abrió el navegador… ¡O mejor dicho, la foto de Sotiria!

Al final resultó que, desde que se estrenó La Primera Princesa Hechicera, su popularidad se había disparado. Hoy, no mucho después de que la policía anunciara que estaba viva, se había convertido en el tema más candente… Algunos medios habían colocado una foto de su apariencia real junto a la de Sotiria para compararla.

En la sección de comentarios, miles de personas la alentaron a volver a su apariencia anterior y regresar a la industria del entretenimiento.

Charlotte se quedó mirando su teléfono toda la noche hasta que sonó su alarma, pero aún no se sentía cansada.

Podría haber decidido quedarse allí, pero en su prisa por traer a Naomi a casa, no había tenido tiempo de elegir un jardín de infantes cercano. Por lo tanto, llevó a Naomi a su jardín de infantes de siempre ese día.

Ella regresó a la Costa Platino después de dejar a Naomi.

Acababa de estacionar su coche cuando el Señor Gold la vino a saludar apresuradamente.

El Señor Gold se quedó sin palabras.

Charlotte sacó la lengua.

“Señor Gold, vas a decir que el tiempo del Señor Connor es precioso, y no debería hacerlo esperar, ¿no es así? ¡Bien! No me regañes. ¡Lo veré ahora!”.

El Señor Gold se quedó sin palabras.

Charlotte fue a la sala con prisa.

Zachary, que parecía una escultura de hielo, la había notado hace mucho tiempo mientras estaba parado junto a las ventanas francesas. Él movió los pies y caminó hacia la puerta. Luego, la agarró por la muñeca.

“Ven conmigo”, dijo él en un tono indiferente.