Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1249

Charlotte quedó estupefacta, al igual que la mujer.

“¿Eh? Me perdí, Señor Rey de la Noche. ¿Dijiste que me estabas buscando? ¿Nos conocemos?”.

El Rey de la Noche sacudió la cabeza. Luego comenzó a explicar con su voz profundamente seductora: “Desde que tomé el control del mercado negro, he estado buscando una asistente inteligente, astuta, valiente, tortuosa pero leal. Sin embargo, estos cuatro años, no he podido encontrar una candidata adecuada, y hoy la encontré. Esa persona eres tú”.

La mujer se sintió increíblemente halagada y dirigió una mirada al Rey de la Noche. “¡Sí! ¡Exactamente! Soy inteligente, astuta, valiente y tortuosa, pero ¿cómo puedes estar tan seguro de que te seré leal?”.

El Rey de la Noche levantó la cabeza y miró a Zachary, que estaba parado no muy lejos.

“El hecho de que estabas dispuesta a devanarte los sesos y no detenerte ante nada para hacer que el hombre que amas se acostara contigo significa que eres una mujer fiel a ti misma. Creo en mi intuición. Mientras te trate bien, no me traicionarás”.

“Pues…”.

La mujer estaba a la vez sorprendida y exaltada.

“¡Sí! ¡Tiene razón! Fui leal al Señor Connor cuando era su secretaria. Si no me hubiera despedido sin piedad cuando le confesé mi amor, le habría sido leal por el resto de mi vida. Señor Rey de la Noche, debo decir que tiene muy buen gusto. Por cierto, dijo que está seguro de que no lo traicionaré si me trata bien. Quiero saber cómo me tratará bien”, dijo la mujer, con los ojos brillando intensamente.

Luego, antes de que el Rey de la Noche pudiera decir algo, ella agregó: “Déjame ser sincera con usted, solo quiero saber si acepto ser su asistente, ¿cuánto me pagará?”.

El Rey de la Noche entrecerró los ojos significativamente y respondió: “Estoy seguro de que has oído que soy rico. Mientras te desempeñes bien, puedo asegurarte que tendrás éxito y te harás rica en unos pocos años”.

“¡Vaya!”. La mujer tragó una gran bocanada de saliva. La decepción que llenaba su rostro hace un segundo se desvaneció, y ahora estaba radiante.

“Muy bien, Señor Rey de la Noche. De ahora en adelante, seré su asistente. ¡Solo avíseme si necesita algo y haré todo lo posible para ayudarlo!”.

“Bien”. El Rey de la Noche asintió.

“¿Cuál es tu nombre?”.

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