Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1362

“¡Oh, no! ¡Alguien le disparó al Señor Valentine!”.

“El asesino tiene un arma. Agáchense…”.

Todos se tiraron al suelo, temerosos de recibir un disparo. Solo Charlotte permaneció de pie donde estaba, aturdida como una marioneta, miraba a Jebediah a sus pies. Sangre de color rojo fuego brotaba de su cuerpo, manchando sus zapatos.

“Carlie, ¿por qué sigues mirándolo? ¡Cierra tus ojos!”.

Coraline le gritó ansiosamente y arrastró a Charlotte lejos de Jebediah. Luego, le tapó los ojos con la mano derecha.

Ella sabía que Charlotte le tenía miedo a la sangre. Si continuaba mirando a Jebediah, podría desmayarse.

La ambulancia no tardó en llegar a la escena.

Charlotte siguió la ambulancia hasta el hospital.

Jebediah fue llevado de inmediato a la sala de emergencias. Tres policías encontraron a Charlotte mientras esperaba afuera de la sala de emergencias y la interrogaron.

Basándose en la información de los policías, Charlotte descubrió que el ataque ocurrió en un lugar público y fue un asalto con arma de fuego con horribles consecuencias. El criminal huyó tan pronto como terminó. Ahora todos los policías de la ciudad perseguían al culpable.

“¿Saben quién fue?”. Charlotte le preguntó al policía.

“El Señor Valentine es famoso. Miles de personas quisieran matarlo por sus propios motivos. El culpable podría ser un asesino a sueldo. Es muy difícil determinar la verdadera mente maestra hasta que atrapemos al asaltante”.

El policía se fue tan pronto como le dijo esto.

Al poco tiempo, Annalita y Miranda llegaron al hospital escoltadas por dos guardaespaldas. Annalita se acercó rápidamente a Charlotte y le tomó la mano en cuanto la vio.

Unos minutos más tarde, la puerta de la sala de operaciones finalmente se abrió.

Annalita se acercó rápidamente al primer doctor que vio. “Doctor, ¿cómo está mi hermano?”.

“La bala penetró el cuerpo del Señor Valentine y creó un agujero en su estómago. Por suerte, el Señor Valentine es un hombre afortunado. Él sobrevivió. ¡Gracias al cielo!”. El doctor se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano mientras le explicaba.

Los labios de Annalita temblaron de emoción. Las lágrimas volvieron a correr por su rostro, aunque acababa de dejar de llorar. Sin embargo, esta vez, eran lágrimas de alegría.

Entonces, escucharon el sonido de ruedas contra el suelo. Unas enfermeras sacaron a Jebediah de la sala de emergencias y lo trasladaron a una sala.

Charlotte, Annalita y Miranda fueron a la sala juntas.