Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1376

La puerta codificada de la sala de interrogatorios estaba firmemente cerrada. Charlotte vio a tres policías y dos hombres en la sala después de que el Oficial Zimmerman escaneara su rostro para abrir la puerta.

Las manos de los dos hombres estaban esposadas a una silla. Charlotte infirió que eran los asesinos capturados por la policía.

“¿Cómo va el interrogatorio?”, preguntó el Oficial Zimmerman al entrar.

Un oficial le respondió: “Son muy tercos y reacios a revelar cualquier cosa. Ambos dicen que nadie los contrató. Dicen que tomaron represalias contra Jebediah por el rencor que tenían hacia él. Pero, ¿quién creería eso?”.

“Así es, si esto fuera por venganza, podrían haber matado al Señor Valentine fácilmente. ¿Por qué molestarse en ir a la casa de la Señorita Simmons para robar un arma, secuestrarla y llevarla al hospital, y fabricar evidencia solo para incriminarla de todo? ¡Esto claramente significa que su empleador quería matar al Señor Valentine y hacer que la Señorita Simmons cayera por ello!”, el otro oficial agregó malhumorado.

Los tres policías miraron a Charlotte a modo de disculpa, y uno de ellos incluso le sonrió con vergüenza.

Todos ellos habían malinterpretado a Charlotte ayer, no solo le habían hablado con frialdad, sino que también la electrocutaron. Pensándolo ahora, todos se sentían culpables.

Charlotte ignoró a los policías. Su mirada estaba clavada en los rostros de los dos asesinos desde que el Oficial Zimmerman abrió la puerta, y no había apartado la mirada.

Los dos asesinos estaban inexplicablemente perturbados por su presencia, y el más bajo agacho la cabeza y dijo en voz baja: “Señorita Simmons, lamentamos lo de anoche”.

Aunque Charlotte no vio los rostros de los dos asesinos la noche anterior, recordaba sus voces.

'¡La policía no detuvo a las personas equivocadas! ¡La persona que acaba de hablar es el hombre más bajo que mató a Jebediah anoche!'.

Después de que el hombre bajo dijo esto, el hombre alto, que había estado en silencio hasta ahora, también habló. “Nosotros somos los que lo matamos y nos declaramos culpables, pero este asunto no tiene nada que ver con nadie más. Nadie nos contrató. Aceptaremos las consecuencias incluso si eso significa que seremos sentenciados a muerte. ¡Eso es todo!”.

El hombre bajo también dijo con determinación: “Sí, eso es todo. No diremos nada más. Senténcianos a cadena perpetua o a la pena de muerte, lo que quieran”.

Los policías se miraron entre sí y la sala de interrogatorios se llenó de un ambiente solemne durante un rato. En ese momento, todos los presentes sabían que estos dos asesinos fueron instigados por otra persona, pero preferirían morir antes que revelar a su empleador…

“Señor Connor, Señorita Simmons, no puedo permitir que se queden en la sala de interrogatorios por mucho tiempo. Deben irse”. La voz del Oficial Zimmerman interrumpió los pensamientos de Charlotte.

Al mismo tiempo, la mano grande y cálida de Zachary agarró la muñeca de Charlotte con suavidad. “Vámonos”.