Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1385

Jezabel y Lorraine yacían una al lado de la otra rodeadas de un montón de basura. Estaba viendo estrellas debido al fuerte impacto, por lo que le tomó un tiempo recuperar sus sentidos.

Charlotte observó a las dos mujeres con una mirada fría. No quería dedicarles otra mirada, así que se dio la vuelta y salió de la habitación.

Estaba harta de ver a Lorraine y quería irse a casa de inmediato.

Su viaje allí no fue en vano. ¡Al menos ahora sabía quién estaba detrás de la muerte de Jebediah y descubrió el engaño de Lorraine!

Lorraine no había cambiado. Ella solo estaba esperando en secreto su momento.

¡Ella no debió mostrarle misericordia a Lorraine!

Lorraine tenía razón. Ella causó la muerte de Jebediah. Ella seguía albergando esperanzas de que Lorraine estaba cambiando, esperanzas que nunca se harían realidad. ¡Así fue como ella causó la muerte de Jebediah!

¡Esta vez, no volvería a suceder!

“¿Vas a irte así, Charlotte?”. Jezabel se levantó con dificultad, soportando el dolor en su pecho. Ella sonrió de una manera retorcida mientras miraba la fría y orgullosa espalda de Charlotte.

“¿No quieres discutir la situación de Zachary?”.

Charlotte no se detuvo. Ni siquiera miró atrás.

“No hay nada de qué hablar”.

Al principio, ella no estaba al tanto de la relación entre Lorraine y Jezabel. Por eso vino para verificarla. Ahora, todo estaba claro…

¡Lorraine todavía sentía algo por Zachary, y Jezabel solo estaba atacando a Zachary para obligar a Charlotte a dejarlo para poder cumplir el deseo de Lorraine de regresar con Zachary!

El cuerpo de Charlotte vaciló. La arrogancia en sus ojos desapareció tan pronto como escuchó que Zachary posiblemente podría morir. Su mirada se llenó entonces de una incomparable sensación de ansiedad.

Sin embargo, se negó a mostrar ninguna emoción y mantuvo una mirada orgullosa en su rostro. “El que nada debe, nada teme. Zachary es un hombre honrado. No te tenemos miedo”.

“Bueno, Carlie. Veamos qué pasará. Te arrepentirás de esto en menos de tres días…”.

Charlotte no escuchó lo que Jezabel dijo. Aceleró el paso y salió corriendo por la puerta de la sala.

Justo cuando estaba a punto de salir de la habitación, escuchó a alguien gritar: “¡Es ella, no la dejen escapar! ¡Atrápenla!”.

Más de diez corpulentos guardaespaldas atravesaron la puerta y la rodearon.