Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1387

“Por favor, cálmese, Señora. Está embarazada, así que no debe enfadarse. Iré a buscarlo por usted…”.

Muy pronto, un hombre regresó con un látigo en la mano.

Cuando Lorraine le arrebató el látigo de la mano, aunque Charlotte parecía tranquila en la superficie, en realidad, su corazón latía tan rápido como un conejo saltando dentro de su pecho.

Estaba segura de que Lorraine no le mostraría piedad.

¡Zas!

El látigo aterrizó implacablemente contra la muñeca de Charlotte.

Tal como esperaba Charlotte, Lorraine no le mostraría piedad. Ella la golpeó con su látigo con tanta rabia y odio que la piel clara de Charlotte se desgarró hasta dejarla en carne viva y la sangre fluyó por todas partes.

Aunque Charlotte sufrió mucho, se negaba a ceder ante Lorraine. Forzó una sonrisa en su rostro y la miró con rebeldía. “¿Es esto todo lo que tienes, Lorraine? No es de extrañar que no puedas defenderte cada vez que te golpeó”.

“¡P*rra!”.

Lorraine se enojó mucho. Sus ojos claros se volvieron rojos carmesí por la ira cuando levantó el látigo en el aire una vez más. Esta vez, estaba apuntando a la cara de Charlotte.

“¡Deténgase!”. Una voz severa estalló desde el patio.

“Es la policía. Suelte el látigo inmediatamente y ponga sus manos donde podamos verlas”.

Las rodillas de Lorraine se debilitaron cuando esa voz flotó en sus oídos, y el látigo cayó al suelo antes de que pudiera aterrizar en la cara de Charlotte.

“¿Está bien, Señorita Simmons?”. El Oficial Zimmerman colocó rápidamente una venda alrededor de la muñeca de Charlotte mientras la desataba.

“Estoy bien, gracias”, respondió Charlotte mientras se levantaba. Ella se acercó a Lorraine y le dijo sombríamente: “Te dije que te ibas a decepcionar de nuevo, Lorraine”.

Lorraine estaba enojada, pero no podía hacer nada aparte de morderse el labio inferior con fuerza. Su delicado rostro estaba pálido mientras miraba furiosamente a Charlotte.

Charlotte dejó escapar una risa desdeñosa y dijo: “Oficial Zimmerman, si mi memoria no me falla, es contra la ley detener a alguien y es ilegal violentarlas, ¿verdad? Lorraine cometió ambos crímenes, así que ¿por qué no la arrestan?”.

“Tiene razón…”. El Oficial Zimmerman agitó su mano hacia los otros oficiales de policía. “Espósenla”.

“Ah…”. Lorraine dejó escapar un grito de dolor, ya que se sentía agraviada e insultada. Ella puso los ojos en blanco y perdió el conocimiento. Afortunadamente, Jezabel la sostuvo a tiempo para que no cayera al suelo.