Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1410

Al ver al hombre que caminaba hacia ella desde el vagón de al lado, Naomi dejó de correr, levantó la cara, miró al hombre y exclamó: “¡Tío Zenios, eres tú!”.

Zenios acarició la cabeza de Naomi. “Pequeña, ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo estás?”.

“¡Bien!”. Naomi parpadeó con sus ojos cristalinos. “Tío Zenios, cuando viniste a mi casa la última vez, dijiste que me traerías el chocolate más sabroso del planeta la próxima vez que me vieras. ¿Lo trajiste?”.

Zenios se agachó, entrecerró sus ojos azules y frotó la punta de su nariz contra la punta de la nariz de Naomi. “Eres mi princesa favorita de todos los tiempos. ¿Cómo no voy a cumplir mi promesa? El chocolate está en mi bolsillo. Puedes…”.

Antes de que la frase “tómarlo tú misma” pudiera escapar de los labios de Zenios, la tierna manita de Naomi ya había entrado en el bolsillo de Zenios y había sacado dos barras de chocolate.

“¡Está bien! ¡Está bien! Quiero saborear sola el mejor chocolate del planeta, así que no puedo jugar contigo ahora. Puedes ir a jugar con mami. No me molestes”.

La niña adorable e inocente sostenía una barra de chocolate en cada mano, encontró un asiento vacío y fue a comer su chocolate con inmenso deleite.

Zenios miró a Naomi por un momento y luego caminó hacia Charlotte con sus largas piernas.

“La personalidad de Naomi se parece cada vez más a la tuya. Ojalá yo también pudiera tener una hija como ella. Jajaja… Es una pena que esta esperanza mía no se hará realidad en esta vida”.

Charlotte sonrió. “Deja de ser tan pesimista. Zenios, ¿sabes que en algunas culturas los niños no se dirigen a sus tíos como “tíos” sino como “pequeños padres”? Además, le gustas mucho a Naomi y nunca te vio como a un extraño. Siempre puedes tratarla como a tu propia hija”.

Un toque de ternura brilló en los ojos de zafiro de Zenios. “Sí”.

Charlotte señaló el decimoctavo vagón, donde antes estaba Zenios. “Deberías estar filmando en el estudio ahora. ¿Por qué estás a bordo de este tren bala? No me digas que esto es una coincidencia”.

“Zenios, tienes que prometerme una cosa…”.

“Basta, no hay necesidad de eso. Sé lo que quieres que haga”. Mientras interrumpía a Charlotte suavemente, todo el ingenio en los ojos de Zenios se disipó en ese momento, y una rara seriedad apareció en su mirada. “Quieres que le mienta a mi Segundo Tío. No solo sé que quieres que le mienta, sino que también sé que dejaste Rothesay por él”.

Charlotte bajó la cabeza y no dijo nada.

Para convertirse en la superestrella más popular del mundo del espectáculo, Zenios no solo dependía de su apariencia. Su coeficiente intelectual también era mucho más alto que el de la celebridad promedio. Zenios sabía de todos los problemas que Zachary estaba enfrentando recientemente.

Charlotte acababa de ver a Jezabel y Lorraine antes de subirse al tren. Por lo tanto, era natural que Zenios pudiera deducir por qué Charlotte se había ido.