Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 160

El Doctor Crawford se fue de la sala, pero su voz siguió resonando en los oídos de Zenios.

“Zenios, relájate y trata de recuperarte. Necesito ir a casa”.

Zachary, quien había llegado a la habitación para despedirse, habló con una mirada llena de preocupación.

Zenios, quien sintió como si un cuchillo le hubiera atravesado el corazón, simplemente asintió.

Zachary le dio palmaditas suaves en el hombro y se dio la vuelta para irse. Sin embargo, Zenios se armó de valor y dijo: “Espera, tío segundo. Tengo algo importante que decirte”.

Zachary, quien estaba de pie frente a la cama, tenía una paciencia excepcional con Zenios.

“Adelante”.

“He recibido los resultados de ADN. Se ha… llegado a la conclusión de que ese bebé es mío y el hijo de Carlie. Ella es su madre biológica. ¡Ese bebé es nuestro hijo!”.

Él entrecerró sus maliciosos ojos azules, que estaban desbordados de lágrimas.

Esas lágrimas incluían la culpa que sentía por engañar a su tío y su profundo desprecio a sí mismo.

'A la persona que más respeto es a mi tío segundo. Él es mi modelo a seguir. ¡Es la última persona a la que debería estar mintiéndole! Pero… ¡tengo que hacerlo por Carlie! Finalmente obtuve una ventaja para ganarme a Carlie cuando encontré al bebé. Si admito que no es nuestro hijo, perderé de nuevo a Carlie. ¡Lo siento, tío segundo! Puede que seas importante para mí, pero Carlie es aún más importante. Moriré sin ella…”.

“Lo entiendo”. Zachary, quien rara vez mostraba alguna emoción, tenía en ese momento una pizca de tristeza en sus pupilas heladas. Un destello fugaz que pronto desapareció.

Él sabía que dadas las capacidades de Zenios, no había posibilidad de que acabara encontrando al bebé equivocado.

Esta conclusión no fue ninguna sorpresa.

Anteriormente, cuando Zenios había estado declarando continuamente su amor por Charlotte, Zachary todavía se mantenía reservado.

En ese momento, Zenios casi había perdido su propia vida solo para protegerla…

'¡Debería dejarlos ir!'.

Pero por qué… ¿Por qué, en este mismo momento, él, un hombre frío y determinado, simplemente no podía decir las palabras para liberarla?

“¡Estás aquí, Carlie!”.

Zachary no sabía cuándo había empezado, pero se había vuelto muy sensible a la sola mención de “Carlie”. Él volteó la cabeza inmediatamente hacia la puerta y vio a Charlotte caminando hacia él.

'¡No!'.