Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 223

Zenios primero sintió una mano fría y dura a diferencia de las manos de Charlotte. Luego, un segundo después se dio cuenta de que la persona que estaba frente a él era Zachary.

“Segundo… Tío…”. En pánico, él apartó la mano de Zachary mientras la vergüenza y la decepción brillaban instantáneamente en sus recatados ojos azules.

“Si quieres darme mi mano, solo dímelo, Segundo Tío. No es necesario que andes en rodeos”.

La expresión de Zachary era oscura y sus ojos eran fríos.

“Deberías agradecerme por salvarte. De lo contrario, si hubieras logrado tocar la mano de tu Segunda Tía, el lado derecho de tu rostro tendría la misma marca que la del lado izquierdo”.

'¡Bien entonces!'.

Zenios sabía que su Segundo Tío realmente lo decía en serio. Zachary le había advertido más de una vez que no tocara a Charlotte, y sabía que su Segundo Tío no se contendría si él ignoraba su advertencia.

“¡Está bien, gracias, Segundo Tío!”. Zenios dijo con un puchero.

“De todas maneras, ¿qué es lo que querías decirme cuando me pediste que viniera a tu casa tan temprano en la mañana, Segundo Tío? Incluso me pediste que trajera a mi bebé”.

Zachary respondió inexpresivamente: “Nada. Solo quería disculparme contigo por malinterpretarte la última vez”.

“¿Eh? ¿Eso es todo? ¡No es necesario que hagas eso!”. Dijo Zenios con su rostro lleno de sorpresa.

Hace tres días, tan pronto como Zachary se enteró de que había malinterpretado a Zenios, lo había llamado y le había pedido disculpas. Por lo tanto, no había forma de que Zenios siguiera cavilando sobre un asunto tan insignificante.

Además, ¿su Segundo Tío, que era tan digno como un rey, lo invitaría personalmente a su casa y volvería a disculparse por un asunto tan trivial? Zenios lo dudaba.

Un indicio de decepción pasó ante los ojos de Zachary.

Al mismo tiempo, Charlotte también se sintió decepcionada.

Ella al principio pensó que el niño que Zenios había encontrado era el mismo niño que le habían quitado en el momento en que nació. No obstante…

Con pasos vacilantes, ella se acercó a Zenios.

“¿Por qué hiciste eso, Zenios?”.

“Porque te amo. Porque no podía darme el lujo de perderte. Porque quería usar a este niño para recuperarte…”. Los ojos azules de Zenios se llenaron de lágrimas mientras miraba el lindo rostro de Charlotte.