Resumo de Capítulo 264 Bolsa de fuegos artificiales – Capítulo essencial de Amor Adictivo de CEO por Internet
O capítulo Capítulo 264 Bolsa de fuegos artificiales é um dos momentos mais intensos da obra Amor Adictivo de CEO, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Charlotte desató a Zachary de la manera más rápida posible y lo ayudó a subirse al coche.
“¡Segundo Amo! Me asusté mucho cuando me enteré de que te castigarían de acuerdo con las reglas de la familia. ¿Estás muy herido? ¿Quedarás con cicatrices permanentes o una discapacidad?". Lucas inmediatamente se abalanzó sobre Zachary y le hizo un millón de preguntas.
Zachary fijó gentilmente sus ojos entintados.
“Deja de hacer tanto ruido. Dame un momento de paz y tranquilidad".
Lucas exhaló un suspiro de alivio.
El tono de su Segundo Amo era vigoroso... eso significaba que la mayoría de sus heridas eran superficiales. Sus huesos estaban ilesos.
Esto también significaba que el cuerpo de su Segundo Amo era tan fuerte como el metal, capaz de soportar los azotes. Cualquier otro habría quedado lisiado, si no moría primero.
Charlotte miró con preocupación a Zachary después de acomodarlo, luego regresó al asiento del pasajero.
Miranda, que sostenía a Annalita con fuerza, la miró con miedo.
"Charlotte Simmons, eres una mujer insensata. ¿Cómo puedes jugar con explosivos tan letales? Estos son contrabando. ¿De dónde sacaste tantos?".
Charlotte esbozó una sonrisa maliciosa. "En realidad, es muy divertido jugar con ellos. ¡Toma, puedes jugar con estos ahora!".
"Yo no...".
Charlotte arrojó la bolsa abultada fuera del coche antes de que Miranda pudiera terminar su frase.
“¡Ay! Charlotte Simmons, ¿estás loca? ¡Llévatelos! Charlotte...".
¡Bam!
Charlotte le respondió cerrando la puerta del coche.
Mientras tanto, presionó el botón de detonación del control remoto.
¡Bum!
Miranda, Annalita, Richard y el resto se pusieron verdes de miedo cuando escucharon la fuerte explosión.
Sin embargo, ninguno de ellos murió.
Richard sacudió la cabeza dolorosamente.
“Mira al resto de la familia. Huyeron, más rápido que conejos, con el susto que les dió Charlotte. Soy el único que queda, mirando a la muerte a la cara, parado aquí como un idiota y defendiendo nuestras reglas familiares. Entiendo ahora. Soy el único que realmente ve nuestras leyes familiares con importancia. Solo fingen preocuparse. En el fondo, ¡no les importa en absoluto! Ay… ¡Las reglas de la familia! ¡Las reglas de nuestra familia! Estas son reglas exclusivas de nuestra familia, pero a todos los demás miembros de la familia no les importa. Soy el único al que le importan. ¿Se puede realmente considerar nuestras reglas familiares? ¡No tienen sentido ahora!".
Miranda exhaló un largo suspiro de alivio. Volvió la mirada hacia Annalita.
“Mamá, ¿viste lo que hizo Charlotte? En serio, que p*rra más loca".
Annalita miró distraídamente en dirección al coche de Charlotte. "Independientemente de lo loca que esté, le salvó la vida a tu hermano".
Miranda se sorprendió. "Mamá, ¿de qué estás hablando?".
‘¿Por qué mi madre defiende a esa callejera?".
"Nada". Los ojos de Annalita se llenaron de dulzura.
“Carlie me dio un regalo de cumpleaños anoche. No he podido abrirlo. Tráemelo. Me gustaría ver qué sorpresa me tiene reservada mi nuera".
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