Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 345

Lorraine le había suplicado a Zachary que la acompañara en su cumpleaños por última vez y, a cambio, ella se mantendría completamente alejada de él a partir de ese momento.

Inesperadamente, él se emborrachó e incluso perdió el conocimiento después de unas copas de vino. Ya era la mañana siguiente cuando se despertó acostado en la cama de Lorraine.

Lorraine le había dicho que se habían acostado juntos. ¡Y sí! Lorraine nunca le había mentido.

Por tanto, no tenía dudas.

Sin embargo, al pensar que se había acostado con otra mujer además de Charlotte, la sola idea era lo suficientemente repugnante como para hacer que Zachary sintiera náuseas.

“En realidad, si deseas que la Señora Connor deje de descuidarte, hay una forma sencilla de salir de esta situación”. Lucas lucía confiado.

Al ver una esperanza, un rayo de luz atravesó los fríos ojos de Zachary.

Lucas se palmeó el pecho y dijo: “Segundo Amo, ¿alguna vez has oído hablar de la teoría del equilibrio propuesta por un conocido experto en matrimonios? En pocas palabras, una relación matrimonial solo puede ser duradera, estable y nunca romperse cuando una pareja tiene el mismo estatus”.

Zachary se puso de pie mientras se sentía atraído por la explicación. “¿Entonces?”.

Los ojos de Lucas se iluminaron. Acercó los labios a los oídos de Zachary. “Segundo Amo, ¿no es obvio? Ni siquiera pensaste en terminar con la Señora Connor después de pensar erróneamente que algo íntimo había sucedido entre ella y Garrison. Esto demuestra que lo que más amas de la Señora Connor es su alma. Ahora, aunque lo has hecho sin querer, la verdad es que le has fallado. Así que mientras puedas dejar que la Señora Connor encuentre el equilibrio de la situación actual, ella te perdonará después de eso”.

Las cejas gruesas y oscuras de Zachary se fruncieron levemente. “Ve directo al grano”.

“Bueno, en pocas palabras, Segundo Amo, lo que tienes que hacer es permitir que la Señora Connor lo haga con otro-”. Debido a que la patada de Zachary había aterrizado en sus nalgas, Lucas cayó y yació en el suelo, chillando como un cerdo.