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Después de eso, el guardia de seguridad se fue apresuradamente a buscar a la madre del niño.
Después de que Charlotte salió del vestíbulo del hospital, el grupo de personas y guardias de seguridad que hablaban alrededor de un cochecito de bebé captó instantáneamente su atención. Aunque todavía había cierta distancia entre ellos, podía escuchar el llanto del bebé.
Charlotte sintió que se le oprimía el corazón cuando oyó llorar al bebé. Rápidamente se acercó al bebé con pasos apresurados, y cuando vió al bebé que parecía reconocer en el cochecito, sintió una punzada de dolor en el pecho. Rápidamente lo sacó del cochecito.
"Bebé, sé bueno, no llores".
Por extraño que parezca, el bebé dejó de llorar. En cambio, miró a Charlotte con sus dos grandes ojos y se rio.
El corazón de Charlotte se ablandó con el bebé. No pudo evitar frotar su mejilla suave con la punta de la nariz. "Ay Dios mío, ¿cómo puedes ser tan adorable?".
Al ver la interacción entre Charlotte y el bebé, uno de los guardias de seguridad dio una palmada y dijo: "Se ha encontrado a la madre del bebé, así que ustedes, un grupo de buenos samaritanos, pueden dispersarse y seguir con su camino ahora".
"Sí, vamos. Encontraron a su madre, así que ya no tenemos que preocuparnos por el bebé".
Una mujer de unos 40 años se acercó a Charlotte y le dijo: “Chica, como madre, tienes que vigilar a tu hijo en todo momento. Hoy tienes suerte de que todos somos buenas personas. ¿Qué pasa si te separas de tu hijo de nuevo? Sería demasiado tarde para arrepentirte si se lo llevara una mala persona".
Charlotte sonrió a la mujer y dijo: "En realidad, no soy su madre".
La mujer se sorprendió. "¿Qué? ¿No eres su madre? ¿Cómo es eso posible? ¡Tú y este niño se parecen tanto que es como si te hubieran tomado una fotocopia! ¿Cómo no puedes ser su madre?".
Las otras personas también se sorprendieron.
Solo por su aspecto, todos pensaron que Charlotte era la madre del bebé. Además, nadie pudo evitar que el bebé llorara, solo cuando Charlotte lo tomó en sus brazos fue que él dejó de llorar instantáneamente y se echó a reír. Por tanto, ninguno de ellos creía que ella no fuera su madre.
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