Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 357

Charlotte regresó al Distrito del Divino Santuario.

Se dirigió a su habitación y encontró el equipaje que había usado para llevarse sus cosas cuando se mudó por primera vez. Empacó sus pertenencias, las que no podía usar de momento, en la bolsa.

Zachary le había asegurado a Annalita que la dejaría embarazada en un mes, pero Zachary nunca le permitiría llevar a su hijo, por lo que tenía la sensación de que Zachary la echaría de casa en un mes.

Tenía que hacer preparativos para salir de este lugar.

"¿Necesita mi ayuda, Señora?".

Henry Martine, el mayordomo, preguntó desde afuera de la puerta.

Charlotte sacudió la cabeza. "Gracias, pero estoy perfectamente bien".

“Entonces, ¿puedo pedirle algo de su tiempo? ¿Vendría conmigo y echaría un vistazo a la habitación del Señor Connor y la de su luna de miel?”.

Charlotte, que se había concentrado en arreglar sus cosas, inmediatamente volvió su mirada hacia Henry cuando escuchó esto.

“¿Estoy escuchando bien? ¿Me estás pidiendo que eche un vistazo a la habitación de luna de miel mía y de Zachary?".

“Precisamente, Señora. Ha escuchado correctamente. Venga conmigo si quiere echar un vistazo". Henry hizo una reverencia respetuosa y le hizo un gesto a Charlotte para que lo acompañara.

Charlotte tenía curiosidad, así que siguió a Henry.

El Distrito del Divino Santuario era tan grande como un palacio. Había unos cientos de habitaciones, y una sala tan grande como un campo de fútbol. Charlotte se había alojado en un dormitorio del segundo piso desde su llegada. A veces pasaba el rato en la sala del primer piso, pero nunca había explorado el tercer piso.

El lugar al que Henry la estaba llevando estaba en el tercer piso.

Una vez que Charlotte llegó a la sala del tercer piso, quedó deslumbrada por su alfombra roja y un mar de flores frescas.

‘Esto no es una sala. ¡Es un lugar para bodas!’.

El generalmente solemne Henry casi se echó a reír.

“¿Se siente bien, Señora? Puedo garantizarle de todo corazón que el Señor Connor ha preparado esta boda especialmente para usted".

Charlotte estaba completamente atónita. Sus labios rojos cereza se abrieron, pero no pudo decir una palabra.

Henry sacudió la cabeza.

‘¿Acaso no está bien la Señora Connor? ¿Por qué pensaría que el Señor Connor sería tan descarado como para celebrar una ceremonia de bodas para otra mujer? Él ya está casado con ella. ¿Por qué piensa tan mal de él?’.

Henry se había ido hacía mucho tiempo.

Sin embargo, Charlotte permaneció de pie en el mismo lugar, como si se hubiera convertido en una estatua.

‘¡Zachary! ¿No está planeando volver con Lorraine? ¿No está pensando en echarme? ¿Yo, su pequeño tapete? ¿Por qué está organizando una ceremonia de bodas para mí y haciendo tanto esfuerzo por conservarla como recuerdo para el resto de nuestras vidas? ¿He cometido algún tipo de error?’.