Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 359

”Luke, el coche de Zachary explotó. ¿Está en el hospital? ¿Está herido?”, preguntó Charlotte de inmediato.

Lucas, que estaba de pie junto a la cama de Charlotte, jugueteó con su gran arete. "El Segundo Amo no está en el hospital, Señora. Él... Él está...".

Lucas miró fijamente el rostro ansioso de Charlotte, temeroso de provocarla con otro desmayo. No podía soportar decir nada más.

Charlotte se puso cada vez más ansiosa al ver la reacción de Lucas. "¿Dónde está él? Luke, nunca te puedes callar, ¿no? ¡Di algo!".

Los ojos de Lucas estaban llenos de ansiedad y dudas. “Podría decirle, pero tienes que prometerme que mantendrás la calma sin importar lo que diga. No te desmayes".

Charlotte, que estaba a punto de desmayarse por la ansiedad, respondió: "Está bien, dímelo".

“Primero, respire profundamente tres veces”, dijo Lucas.

Charlotte estaba presa del pánico y desamparada. No tuvo más remedio que seguir las instrucciones de Lucas.

Lucas observó mientras ella tomaba tres respiros profundos y luego señalaba detrás de él. "El Segundo Amo está allí".

'¿Qué? ¿Zachary está completamente bien? ¿Está detrás de Lucas?’.

Charlotte estaba encantada.

Entonces, Lucas se hizo a un lado. Charlotte siguió su dedo índice, pero no vio a Zachary. En cambio, vio una urna...

Había una urna sobre la mesa, bañada por la luz roja como la sangre del atardecer.

“Esa explosión voló al Segundo Amo en pedazos. Era demasiado horrible para mirarlo. Lo enviamos al crematorio de inmediato. El Segundo Amo ahora se ha reducido a cenizas. Está en esta urna".

Los ojos de Charlotte rodaron hacia la parte posterior de su cabeza cuando escuchó la explicación de Lucas. Casi muere.

"¡Señora! ¡Tienes que mantenerte fuerte! ¡Señora! Señora…".

“Jeje… La moneda tiene dos caras. Podría pensar en ello desde una perspectiva más positiva. Es la esposa del Segundo Amo y la principal heredera de su fortuna. Ahora que se ha ido, su fortuna le pertenece. ¡Es la mujer más rica de Rothesay!".

Desafortunadamente, Charlotte no encontró alegría en eso. En cambio, lloró aún más fuerte que nunca.

"Señora…".

A Lucas le dolía el corazón. Se sentó junto a la cama, sintiendo una gran necesidad de darle un abrazo reconfortante.

Sin embargo, escuchó un fuerte estruendo fuera de la puerta que sonó como un objeto de vidrio rompiéndose. "¡Aaah!". Gritó y saltó de la cama como un resorte liberado de su espiral.

"Ah... Er... tú eres la esposa de mi jefe, así que tengo que respetarla. No puedo tocarte. He dicho todo lo que hay que decir, así que mi trabajo está hecho. Le voy a dar un poco de espacio para llorar, Señora". Lucas salió corriendo de la habitación de Charlotte, preso del pánico mientras hablaba.

Charlotte no se dio cuenta del extraño comportamiento de Lucas. Estaba tan aturdida como una marioneta mientras sollozaba y miraba fijamente la urna.