Resumo do capítulo Capítulo 381 Visita sorpresa de Zenios do livro Amor Adictivo de CEO de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 381 Visita sorpresa de Zenios, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Amor Adictivo de CEO. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Romance continua a emocionar e surpreender a cada página.
Charlotte sintió que una nube oscura la cubría y le temblaron los labios. "Pero, ahora estamos a plena luz del día...".
Charlotte quiso inventar excusas, pero ya estaba en sus brazos.
El aroma único y encantador emitido por su cuerpo hizo que Charlotte se sintiera aturdida, su corazón latía fuera del ritmo habitual una vez más. '¡Maldita sea!'.
“Carlie, vi tu coche afuera. ¿Viniste a casa?”.
“Carlie, ¿estás en casa?”.
"Carlie...".
Cuando Zenios entró en la sala de estar, vio la escena de Zachary y Charlotte besándose frente a las ventanas francesas. Hubo un estallido de celos dentro de él al principio, pero hizo todo lo posible por mantener su compostura. "Perdón por la interrupción".
Luego se dio la vuelta y estaba a punto de irse.
Charlotte, que acababa de recobrar la conciencia, gritó de inmediato: “¡Zenios, no te vayas! ¡Vuelve!".
Después de escuchar su llamada, Zenios se quedó en la puerta como una estatua.
Zachary parecía un poco molesto, y la calidez de sus ojos helados desapareció silenciosamente, y los brazos que abrazaban a Charlotte con fuerza se aflojaron.
"Eso es más que suficiente, ¿no crees?". La voz profunda y fría de Zachary sonó de repente.
La mirada de Zachary era aún más terrible, se sentía como una mirada del propio Lucifer.
Por lo tanto, incluso el rebelde Zenios dio un paso atrás asustado y se le puso la piel de gallina en todo el cuerpo.
Se disculpó con Zachary de inmediato. "Bueno, aunque estas son palabras que vienen directamente de mi corazón, realmente no debería estar diciéndolas frente al Segundo Tío. Así que, Segundo Tío, no te pongas furioso".
Los ojos de Zachary estaban tan sombríos como un cielo nublado, y su rostro extremadamente hermoso se crispó involuntariamente.
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