Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 390

Bryson ahora estaba libre. Inmediatamente se quitó la mordaza de la boca y salió corriendo por la puerta, llegando a la habitación 1206 en un abrir y cerrar de ojos.

Lucas corrió tras él y le entregó una tarjeta de habitación. "Esta es la tarjeta de la habitación 1206. Utiliza...".

¡Bam!

Bryson logró patear la pesada puerta de seguridad antirrobo.

Tiffany se estremeció de miedo cuando escuchó el ruido fuerte. Se dio la vuelta y vio entrar a Bryson, con la cara de piedra. Inmediatamente sintió como si hubiera caído en una cueva de hielo.

“Bryce, yo... pensé que habías ido a Ciudad de Bahía. ¿Qué estás haciendo aquí?".

Bryson simplemente la miró con frialdad y marchó hacia ella con pasos pesados.

Bryson siempre había tenido una mirada amable e indulgente en sus ojos cada vez que la miraba. Tiffany nunca antes había recibido una mirada tan fría de él.

Sus ojos brillaron de pánico al principio. Luego, señaló a Zenios y sollozó. "Bryce, déjame explicarte... soy inocente. Todo es culpa de Zenios, él... ¡Me obligó!".

Se puso de pie presa del pánico y miró a Bryson con dolor. Las lágrimas corrían por sus ojos grandes, claros e inocentes.

“Zenios es mi colega principal. Me invitó a este hotel para comparar notas. He oído hablar de su buena reputación en el círculo de actores de mi elenco de filmación. Así que me acerqué a él, indefensa. Desde el momento en que entré en la habitación, él... Bryce, gracias a Dios que estás aquí, justo a tiempo. De lo contrario... Snif ... No quiero verlo más, Bryce. Por favor, llévame a casa... Snif, snif, snif...".

Estalló en sollozos, estiró los brazos y se arrojó al abrazo de Bryson.

"Y todavía estás actuando".

La garganta de Bryson se estremeció. Sintió como si un dardo venenoso le hubiera atravesado el corazón. Su voz temblaba de agonía. "Te he estado observando desde la habitación de al lado, desde que entraste en esta habitación. No me he perdido ni un segundo de tus intentos de seducir a Zenios. He escuchado cada palabra que has dicho, ¡claras como el cristal!".

Tiffany parecía como si hubiera sido electrocutada por un rayo. Sus ojos se llenaron de desesperación.

Sabía que Bryson tenía una visión clara de su rostro que había estado escondiendo detrás de su máscara. ¡Mentirle era imposible!

Bryson, el hombre al que no había escatimado esfuerzos para manipular y atrapar cuidadosa y meticulosamente. ¡También era la única persona en el mundo que lo trataba tan bien! ¡En ese momento, la minuciosa imagen de un ángel venerado, que ella había construido en su corazón, se hizo añicos por completo!