Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 397

Charlotte levantó las cejas con arrogancia.

Tiffany se llenó de aún más odio cuando vio la expresión satisfecha y complacida en su rostro. “Estabas tan ansiosa por mi caída que lo has logrado, gracias a tu malvado plan. ¡Estamos a mano ahora! ¿Por qué me sigues acosando?”.

Charlotte frunció los labios. “Estoy aquí para echar un buen vistazo a tu ser degenerado. Solo para hacerme feliz”.

“Tú…”. Tiffany sintió un gran impulso de atacar a Charlotte y estrangularla hasta la muerte. Desafortunadamente, su cuerpo había perdido su fuerza. Ella trató de levantarse, luego aterrizó pesadamente en el barro.

Todo lo que pudo hacer fue apretar los dientes y mirar a Charlotte perversamente. “Charlotte, eres la p*rra más cruel y manipuladora que he conocido. No es de extrañar que Zachary esté completamente bajo tu hechizo. No eres solo una zorra. Eres una víbora. Espero que el karma te muerda en el c*lo. Espero que Zachary te vea como Bryson me ve ahora. Zachary será incluso más cruel que Bryson, y cuando eso suceda, ¡sufrirás un destino un millón de veces peor que el mío!”.

“¡Ja!”.

Charlotte estalló en carcajadas, pero no se molestó en explicarse. En cambio, se rió con arrogancia. “Qué lástima, nunca verás ese día. No lo olvides. El trato que Bryson te ha dado ahora es solo el comienzo. Él encontrará pruebas de tu participación en el asesinato de Michael. Él te hará pagar”.

Tiffany se estremeció de pánico.

Ella había cometido una multitud de crímenes. Ella solía tener a Bryson como su paraguas protector, podía sentarse y relajarse.

Ahora, Bryson se había puesto en su contra y la veía como su enemiga. Su patrocinador misterioso pudo haberle dado un nuevo comienzo, pero con el dinero y el poder de Bryson, desenterrar pruebas en su contra era solo cuestión de tiempo.

'¡Charlotte Simmons! Esta mujer es más venenosa que el veneno mismo. Ha vuelto contra mí al amoroso e indulgente Bryson, que me apreciaba como una joya. ¡Me ha convertido en su enemiga!'.

“Mírate ahora. ¿Quién fue la que dijo que ascendería al estrellato, que brillaría y presenciaría mi descenso, y luego me pisotearía con sus pies? ¿Por qué? ¿Se ha volteado la torta?”.

Charlotte se dio la vuelta y se fue tan pronto como dijo su parte.

Tiffany la miró aturdida. Luego, ella gritó: “¡Espera! ¡Dame tu paraguas!”.

“¿Qué?”. Charlotte hizo una pausa.