Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 443

Solo había una maleta en la caja.

Dentro de la maleta estaban las pertenencias de Charlotte, como su ropa, bolso, peine y ropa interior…

Coraline miró esas cosas con la boca abierta mientras preguntaba: “Carlie, ¿qué quiere decir Zachary al enviarte estas cosas?”.

Charlotte le dio a su amiga una sonrisa forzada y respondió: “Hace aproximadamente dos meses, la noche del cumpleaños de Lorraine, él se quedó en su casa por una noche. Pensé que me había engañado, así que empaqué mis cosas para dejarlo, y esta es la maleta que usé. El hecho de que me haya enviado mis pertenencias personales en esta maleta significa que me va a sacar de su casa”.

Las lágrimas brotaron de sus ojos y corrieron por su rostro mientras hablaba.

Ella había firmado un acuerdo prenupcial con Zachary, él podía sacarla de su casa cuando quisiera.

En el pasado, siempre pensó que Zachary cumpliría ese acuerdo prenupcial para estar con Lorraine.

Sin embargo, sin importar lo que Lorraine hubiera hecho para recuperarlo, él nunca la había dejado. Por lo tanto, no se había imaginado que lo que le haría decidir romper lazos con ella al final sería su “traición”.

Charlotte no cerró los ojos en toda la noche y siguió pensando en Zachary durante toda la noche.

En el pasado, cuando ella estaba con Zachary, siempre le tenía miedo, él la asombraba y ella lo evitaba. Sin embargo, solo ahora que miró hacia atrás se dio cuenta de que cada segundo que había pasado con él era tan maravilloso como un cuento de hadas.

Sin embargo, de ahora en adelante, nada de eso volvería a pasar.

Charlotte se mudó a la casa que alquiló el segundo día.

El tiempo pasó rápidamente y habían pasado dos días.

Ella ya no iba a su estudio de arte y rara vez salía de su casa. Simplemente se sentía como si estuviera viviendo en su propio sueño. Parecía haberse convertido en un cuerpo sin alma, y ​​solo sentía un dolor punzante en el corazón cada vez que pensaba en Zachary.

Charlotte estaba sentada con la mente en blanco en la alfombra cuando alguien llamó a la puerta.

Al otro lado de la puerta, Lucas agarró su arete de gran tamaño con vergüenza.

Él tampoco quería respirar el mismo aire que la zorra Charlotte. Era solo que no tenía otra opción. Él estaba preocupado por Zachary, y en este momento, la única persona que podía salvarlo era la mujer dentro de la casa. Como tal, rechinó los dientes y continuó. “Desde el día que lo dejaste, el Segundo Amo no ha comido nada ni ha salido de casa. Han pasado cuatro días, y si lo dejamos así, estoy bastante seguro de que no pasará mucho tiempo hasta que tengamos que prepararle un funeral”.

Charlotte sintió que una mano invisible se aferraba a su corazón cuando escuchó lo que Lucas había dicho. Ella abrió la puerta. Su rostro estaba pálido y lleno de preocupación cuando preguntó: “Zachary… ¿Por qué se está haciendo esto a sí mismo?”.

Lucas le respondió con una mirada desdeñosa, como si le preguntara si realmente no sabía por qué Zachary se estaba haciendo eso a sí mismo.

“Está bien… Es por mi culpa…”. La comisura de los labios de Charlotte se contrajo vergonzosamente. “Pero, ¿cuál es el punto de que vengas por mí?”.

Lucas sacudió la cabeza. “Quiero que vayas a ver al Segundo Amo”.

Charlotte sacudió la cabeza con temor. “¡No!”.