Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 469

Lucas pisó el freno y comprendió tan pronto como siguió la mirada de Zachary. Él sonrió con arrogancia.

“Ella está usando tu reputación para causar problemas en todas partes. Ignórala, Segundo Amo. Quedémonos aquí y observemos. Eso le enseñará-”.

¡Bam!

Zachary ya había abierto la puerta del coche de una patada y se había bajado del coche.

Al otro lado de la calle…

“¿Quién se atreve a reducir el coche que le he dado a mi esposa?”. Preguntó el hombre que estaba al frente del grupo con una voz sombría y espeluznante mientras fumaba un cigarrillo.

La mujer señaló a Charlotte y gritó: “Es ella, cariño. Me diste este coche como regalo de matrimonio. Ella no solo destruyó mi coche. Ella también ha destruido tu orgullo. Tienes que darle una lección”.

El hombre se quitó las gafas de sol y miró con astucia a Charlotte. “¿Fuiste tú?”.

La vista del rostro grasiento y lleno de granos del hombre hizo que a Charlotte se le revolviera el estómago. “Así es. Fui yo. Es una simple disputa. No tiene que traer a tantos hombres con usted. Discutamos esto de una manera civilizada-”.

“¡Civilizado mi c*lo!”.

El hombre arrojó enojado su cigarrillo al suelo mientras interrumpía bruscamente a Charlotte.

“Como dijo mi esposa, destrozaste su coche. Eso es equivalente a una bofetada en mi cara. Yo, Arnold Wilkinson, exijo respeto en Rothesay. ¿Cómo mostraré mi cara en la ciudad si no te doy una lección? Voy a desnudarte personalmente y a humillarte también”.

'¿Qué?'.

Charlotte entró en pánico.

Ella trató de huir, pero los hombres con gafas formaron una pared humana rodeándola. Ella chocó con uno de los hombres y estuvo a punto de caer.

Antes de que pudiera recuperar el equilibrio, Arnold se abalanzó sobre ella y colocó sus manos sobre su camisa. Luego, la arrancó con fuerza.

Arnold se volteó para mirar y vio ese rostro fino y cincelado como una montaña de hielo. Un escalofrío recorrió su espina dorsal por el miedo.

“Ah, Señor Con… Agh…”.

Él no pudo hacer otro sonido porque la mano firme de Zachary estaba ahora envuelta alrededor de su cuello con un fuerte apretón.

Zachary tenía mucha fuerza. Podía levantarlo simplemente sujetándolo por el cuello. Lo arrojó sobre el Maserati con un ruido sordo.

Arnold tembló al instante de miedo mientras su rostro se puso morado.

Los hombres que Arnold había traído con él parecieron transformarse en codornices… Ellos observaron toda la escena aturdidos, demasiado asustados para salvarlo.

No conocían a Zachary, pero su aura poderosa y regia les daba demasiado miedo para siquiera respirar.

La mujer que había estado actuando como una tirana no hace mucho tiempo ahora estaba pálida de miedo.