Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 472

Lucas asomó la cabeza por la ventana y su cabello dorado resplandeció bajo el sol.

“¿Sí, Segundo Amo? ¿Necesitas algo más?”.

“¡Iré yo mismo!”. Zachary gruñó, su voz baja y su mirada fría.

Luego, él abrió la puerta y entró en el coche.

Lucas y el Mayordomo Benson intercambiaron una mirada, y ambos pudieron ver el miedo en los ojos del otro.

Su Segundo Amo a menudo se consideraba a sí mismo por encima de todos. Cada vez que quería vengarse de sus enemigos, enviaba a sus hombres para hacerlo. Esta era la primera vez que podía atrapar a sus enemigos él mismo.

En cualquier caso, esas dos personas estaban condenadas.

En ese momento, Zachary estaba sentado en la fila central del coche como un témpano de hielo. Su mirada era fría y, al mismo tiempo, había sido atravesado en el corazón por un sentimiento de culpa.

Él era muy cuidadoso, y en el momento en que escuchó al Mayordomo Benson decir que dos personas se habían colado en la habitación de Charlotte, comprendió que debían haberle hecho algo.

¡Charlotte nunca lo había engañado!

¡Ella era inocente!

Sin embargo, él se había negado a creerle. Desde el momento en que se enteró de que estaba embarazada del bebé de otra persona, su racionalidad y tranquilidad de las que tanto se enorgullecía lo habían abandonado, y había estado tan devastado que decidió no creerle. Si no hubiera sido por la persistencia de ella, ya se habría divorciado de ella…

Charlotte no había estado en su estudio por casi tres meses, así que cuando pasó por el lugar, entró y se sentó un rato antes de irse a casa.

Debido al hecho de que el deslumbrante corte de pelo en forma de nido de pájaro dorado de Lucas era particularmente conspicuo, Charlotte pudo verlo parado frente a la puerta desde cierta distancia.

Lucas se encogió de hombros.

“El Segundo Amo te está esperando en el sótano. Lo descubrirás todo una vez que estés allí”.

Charlotte siguió a Lucas al sótano.

En este momento, Zachary estaba parado frente al sótano, mientras había dos mujeres vestidas con uniformes médicos arrodilladas frente a él con la cabeza gacha como dos pecadoras.

Cuando ellas vieron a Charlotte, sus ojos brillaron como si hubieran visto a su salvadora. Luego, una de ellas dijo: “Señorita Simmons, sabemos que nos equivocamos. No debimos haberle hecho eso. El Señor Connor dijo que nos dejaría ir si nos perdonaba. Sabemos que es de buen corazón, así que, por favor, debe perdonarnos”.

Otra persona intervino: “Sí, Señorita Simmons. Sé que es muy generosa. Las dos no somos personas malas. Simplemente fuimos cegadas por el dinero y tomamos la decisión equivocada. Tiene que perdonarnos”.

Charlotte levantó una de sus cejas. “Ni siquiera sé qué cosas malas me han hecho, así que ¿por qué debería perdonarlas?”.