Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 476

“Eres tan maravillosa y deslumbrante. No hace mucho, en realidad, pensaba que eras una p*rra manipulativa, como Tiffany. Incluso te desprecié y dije cosas malas sobre ti frente al Segundo Amo. ¡Ja…! Gracias a Dios, el Segundo Amo nunca me escuchó y aun así fue muy amable contigo. Sin embargo, he descuidado mi deber como mano derecha del Segundo Amo. Soy una desgracia, estoy totalmente avergonzado… Señora, puedes abofetearme un par de veces si estás enojada conmigo. Soy de piel dura, así que no le tengo miedo al dolor. Adelante, golpéame”.

Lucas levantó la cara. Sus ojos claros y límpidos se llenaron de sinceridad.

“¡Ja! No es de extrañar que tu Segundo Amo siempre te patea. Siempre te lo buscas”. Charlotte levantó la mano, pero no golpeó a Lucas en la cara. En cambio, ella le revolvió el cabello rubio.

“Habría sido extraño si no te hubieras hecho una idea equivocada de mí después de todo eso. Dejemos que el pasado quede en el pasado. De ahora en adelante, sigues siendo el lindo y pequeño Luke en mis ojos”.

Lucas se sonrojó. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Él había olvidado por completo que Zachary todavía estaba de pie junto a él, mirándolo a él y a la mano derecha de Charlotte en su cabello… Estaba tan lleno de emoción que agarró la mano izquierda de Charlotte.

“¡Te amo, Señora! Saltaría a través de aros por ti- ¡Ay!”.

El pie grande y pesado de Zachary lo había golpeado en el trasero. Lucas gritó como un cerdo y se derrumbó boca abajo a los pies de Charlotte.

Charlotte retrocedió un paso al escuchar este grito repentino.

Entonces vio a Zachary, cuyos ojos eran oscuros y fríos, arremangándose y caminando hacia Lucas.

“¡Piedad, Señor!”.

Lucas se arrastró tratando de levantarse, totalmente asustado y se movió para envolver sus brazos alrededor de la cintura de Zachary, como de costumbre, para evitar que levantara el pie.

Sin embargo, antes de que pudiera siquiera ponerse de pie, Zachary le dio una patada en el pecho y aterrizó en la hierba con un ruido sordo.

Como era de esperar, Zachary bajó sus puños.

Su mirada se volvió cada vez más aterradora mientras miraba los brazos de Lucas alrededor de Charlotte.

“Debes estar cansado de vivir”. Habló él en un tono frío y regio. Cada palabra sonaba como un cuchillo.

Lucas, ahora pálido del miedo, estuvo a punto de arrodillarse ante Charlotte. “Te lo ruego, Señora, ¡ayúdame por favor!”.

Las comisuras de los labios de Charlotte se crisparon.

Zachary estaba claramente enfurecido en este punto. Ella no estaba segura de sí sus palabras ayudarían a Lucas, pero se armó de valor y movió los labios de todos modos. “Eh… Bueno… no sé qué ha hecho mal Lucas, pero… todavía es un niño. Puedes castigarlo, pero… ¿Quizás podrías ser más indulgente?”.