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Desde el momento en que ella recuperó el conocimiento, la primera reacción de Charlotte era que todavía estaba viva. Al mismo tiempo, su odio por Lorraine le llegó como una gran ola.
“¡Señora Connor, te has despertado!”. Una voz clara y juvenil gritó.
Ella abrió sus párpados pesados y miró a este niño grande sentado junto a la cama del hospital con una cara feliz. “Luke, ¿por qué estoy en el hospital? ¿Tú me salvaste?”.
Lucas asintió. “¡Por supuesto! ¡Por supuesto que fui yo quien te salvó!”.
En el siguiente segundo, cuando vio que el rostro de alguien se había vuelto tan negro como el fondo de una olla por el rabillo del ojo, rápidamente corrigió su afirmación.
“Jeje, a pesar de que hice algunas contribuciones, el mayor crédito debería ser para el Segundo Amo. Después de que te caíste por el acantilado, tu cuerpo estaba lleno de espinas venenosas. Fue el Segundo Amo quien usó sus labios seductores para sacar el veneno de tu cuerpo. Luego, después de que nos apresuramos en llevarte al hospital, incluso se convirtió en su bolsa de sangre y te donó sangre, ¡y casi muere en el proceso!”.
'¿Eh?'.
Charlotte tuvo un susto tan grande que su rostro perdió el color. Ella se volteó hacia Zachary y sonrió inexpresivamente.
“Mmm… Me salvaste de nuevo…”.
Entonces, ya no supo qué decir.
No había forma de que pudiera compensar la amabilidad de Zachary en toda su vida. Sintió que era demasiado hipócrita por su parte decirle “Gracias”, por lo que recordaría todo lo que él había hecho por ella en su corazón y siempre le estaría agradecida.
No había expresión en el rostro de Zachary cuando respondió rotundamente: “No es gran cosa”.
La indiferencia de Zachary hizo que se le erizara la piel. Luego, ella dijo con una sonrisa en su rostro: “Luke dijo que casi mueres cuando me diste sangre. ¿Cómo te sientes ahora? ¿Estás bien?”.
Una pizca de sorpresa cruzó los ojos helados de Zachary, pero luego cambió de nuevo a su cara de póquer en el segundo siguiente.
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