Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 497

A pesar de saber que esto sucedería, Charlotte sintió como si le hubieran atravesado el corazón con un cuchillo cuando Lorraine dijo esas palabras, y un dolor punzante y entumecido la abrumó. Su voz era oscura y temblorosa. “¿Conoces a Tiffany Miller? ¿No tienes miedo de terminar como ella después de hacer todo esto? ¿No tienes miedo de enfrentarte a un castigo si Zachary se entera?”.

“Lo estoy. ¡Claro que lo estoy! Todo lo que he hecho es con el único propósito de sacarte del mundo de Zachary, destructora de hogares, para poder retroceder en el tiempo y volver a lo felices que solíamos ser. Mi mayor temor es que se entere de lo que he hecho. ¡Pero tengo que hacerlo, y lo voy a hacer sin fallas!”.

La punta del dedo de Charlotte tembló.

Lorraine captó el odio en sus ojos y sonrió con desdén.

“Jeje, no soy Tiffany. No me compares con esa p*rra estúpida. No he dejado ni una pizca de evidencia en todo lo que he hecho, y Jebediah ha estado utilizando todos sus recursos para ayudarme… Lo más importante es que Zach confía en mí. ¿Qué me vas a hacer?”.

Las puntas de los dedos de Charlotte temblaron aún más que nunca.

Los ojos de Lorraine se llenaron de crueldad cuando vio su expresión de dolor.

“Oh, Charlotte, sé que estás sufriendo. Todo lo que quiero decirte con esto es porque quiero que seas como yo: albergar odio sin forma de desahogarse, tener resentimiento, pero no manera de vengarse, ¡vivir todos los días con dolor y desesperación como si tus días fueran tan largos como años!”.

Lorraine pensó que lastimaría a Charlotte aún más. Para su sorpresa, Charlotte levantó las cejas con arrogancia.

“Si esa es tu intención, lamento decepcionarte”.

“¿Qué?”. Lorraine estaba claramente sorprendida.

Charlotte sonrió. “Tú y yo no somos iguales. ¡Haré sufrir a todos los que alguna vez me lastimaron!”.

Un mal presentimiento se apoderó de Lorraine cuando escuchó las palabras de Charlotte y vio el brillo helado en sus ojos. Ella trató de salir de la cama en pánico.

Sin embargo, Charlotte ya había envuelto firmemente su mano alrededor de su cuello.

“Argh… Sueltame… Ayuda… Ayu… Argh… Argh…”.