Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 501

Charlotte tardó un poco en calmarse antes de encontrar la voz. “Mi hijo… dónde… ¡¿dónde está!?”.

Lorraine fingió silencio. Jebediah siguió la corriente. “Hiciste la pregunta incorrecta. Deberías estar preguntando… ‘¿Qué tengo que hacer para poder recuperar a mi hijo?’”.

“¿Qué quieres que haga?”. Charlotte respondió de inmediato.

“Tú sabes lo que quiero. Todo este tiempo, solo he querido una cosa”, dijo Lorraine en voz baja.

Charlotte ya lo había entendido… ¡Zachary!

En el pasado, Lorraine se había desvenado la cabeza y había recurrido a todo lo que podía, ¡todo lo que había hecho era simplemente para reconciliarse con Zachary!

Como era de esperar, Lorraine continuó. “Es simple, quiero que dejes a Zachary por tu cuenta y firmes un acuerdo por escrito de que nunca te volverás a involucrar con él”.

Los pensamientos de Charlotte se sacudieron.

Lorraine mantuvo sus ojos en ella, su mirada cada vez más penetrante, al igual que su voz. “Charlotte Simmons, repetiré lo que dije. Realmente no amas a Zachary. Tienes un motivo oculto para estar con él. No solo no saldrás lastimada si lo dejas, sino que también podrás reunirte con tu hijo. Además, Jebediah me prometió que te convertiría en la estrella más atractiva si dejas a Zachary. Te volverás famosa y rica. Estarás brillando en la fama”.

Jebediah asintió en confirmación de lo que dijo Lorraine. “Tengo la mayoría de las conexiones con el mundo del espectáculo. Es muy fácil hacerte popular. Como Zach, cumplo mis promesas”.

Mientras él hablaba, miró a Charlotte con burla y desprecio. Charlotte Simmons, ¡qué mujer tan materialista! Ella se arrodilló frente a Zachary y compitió contra él, obligando a su sobrino a casarse con ella. ¡Su único propósito era usarlo! Ahora que le estaba ofreciendo algo tan grande, ¡definitivamente se divorciaría de Zachary sin dudarlo!

Sorprendentemente, Charlotte sacudió la cabeza. “No, gracias”.

Una conmoción clara coloreó el rostro apuesto de Jebediah cuando siempre había estado sereno.

Lorraine también estaba perturbada.

“¡Charlotte, te he dado suficiente! ¡No vengas pidiendo más de lo que mereces!”.

Ella apartó a Lorraine y estuvo a punto de irse.

Lorraine la miró a regañadientes. El agravio en sus ojos se había desvanecido al instante, y el resentimiento venenoso lo reemplazó.

“Simmons, recuerda, no seré misericordiosa contigo de ahora en adelante”.

Charlotte detuvo sus pasos ante la amenaza. Se dio la vuelta rápidamente y le dio una bofetada fuerte en la cara.

¡Zas!

El sonido sonó excepcionalmente nítido en la sala de lujo que estaba excelentemente insonorizada.

Una huella distintiva de su palma marcaba la parte izquierda del rostro ceniciento de Lorraine mientras sangre carmesí salía de su nariz.