Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 540

“Bien entonces. No interrumpiré tu tiempo con la Señora Connor. Disculpa, ya me iré”.

Antes de darse la vuelta, no pudo evitar lamentarse después de ver la expresión del rostro de Charlotte. Ella lucía como un capullo de flor que había sufrido una gran tormenta. “¡Ah! Señora Connor, puedo decírselo, pero no lo culpes. Si hay algo que culpar, es su enfermedad…”.

Él de repente sintió un escalofrío penetrante en el punto entre sus cejas mientras hablaba. Levantó la mirada y se encontró con la mirada apocalíptica de Zachary. Él jadeó.

“Jeje… Cálmate, Señor. ¡Ya me iré, ya me iré!”.

Rápidamente salió corriendo por la puerta.

¡Blam!

Lucas cerró la puerta de golpe.

Charlotte y Zachary se quedaron solos en la gran sala.

Charlotte retrocedió un paso por el susto, pensando que Zachary debió haber perdido los estribos con Lucas porque todavía estaba furioso por ella “seduciendo” a Rufus.

“Eh… ¿Qué quieres ahora?”.

Las cejas oscuras y bien formadas de Zachary estaban fruncidas de una manera peculiar.

Tras una inspección más cercana, la emoción en sus pupilas heladas era claramente una de culpa.

Sin embargo, lo único en lo que pensaba Charlotte ahora era alejarse de él lo antes posible. ¿Cómo podría atreverse a mirarlo a los ojos?

El hombre perfecto, de aspecto impecable, bajó la mirada mientras se acercaba para tocarla…

Charlotte estaba asustada por sus acciones y se le pusieron los pelos de punta. Casi había retrocedido contra una esquina de la pared y había olvidado que no tenía ningún otro lugar adónde ir. Sin embargo, retrocedió un paso.

¡Paf!

Su espalda aterrizó firmemente contra la pared.

Zachary se inclinó para ayudarla.

Antes de que la punta de su dedo pudiera tocarla, ella se alejó como un animalito. Ella se volteó y le apartó la mano. “¡No me toques!”.

El rostro helado y perfecto de Zachary mostraba signos de grietas.

“Jeje… lo lamento. Sé que tus intenciones son buenas, pero recuerdo las cosas que me haces en el dormitorio cuando estás cerca de mí. No creo que debas tocarme”. Charlotte explicó rápidamente cuando vio la sorpresa en el rostro de Zachary.

Los labios delgados de Zachary, que parecían pétalos, se abrieron lentamente, pero no pudo decir una palabra.

Después de todo lo que habían pasado juntos, él sabía que Charlotte era una chica de principios. Ella nunca seduciría a otro hombre.

Sin embargo, cada vez que la veía tan cerca de otro hombre, era consumido por una explosión de celos ardientes que le hacía perder todo sentido de racionalidad.

Zachary nunca se había imaginado que él, un hombre normalmente tranquilo y sabio, estaría atrapado en este estado maldito; tan enamorado que su coeficiente intelectual se reducía a cero.