Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 558

“Descubrí que tu plan de grabar un vídeo de Tiffany con Bryson no era tu objetivo real. Tu verdadero objetivo era lastimar a Lory”.

Charlotte frunció el ceño. “No tengo idea de lo que estás hablando”.

“¿En serio?”.

El hombre, que era tan apuesto como un dios griego, frunció los labios de una manera maligna y desdeñosa.

“Eres una mujer manipulativa. ¿Cómo es posible que no entiendas de lo que estoy hablando?”.

La mirada de Charlotte estaba llena de confusión.

La mirada helada de Jebediah se oscureció de forma aterradora. “Esta mañana, Lory y yo acordamos ir de compras. Me apresure en ir al Palacio del Louvre Dorado para atraparte una vez que descubrimos que tú y Bryson habían ido allá para grabar vídeos de Tiffany. Lory se quedó en el centro comercial. Ella estaba sola, sin mí para protegerla. ¡Eso le dio a ese pequeño b*stardo, Nicholas, la oportunidad de lastimarla!”.

'¿Qué…? ¿Cómo podría ser tanta coincidencia?'.

Los ojos de Charlotte se llenaron de aún más sorpresa.

“Charlotte Simmons, ha llegado a esto ahora, ¿y todavía estás fingiendo?”.

La garganta de Jebediah tembló mientras se enojaba.

Jebediah sintió un gran impulso de estrangular a Charlotte con sus propias manos al pensar en cómo el rostro hermoso y pintoresco de Lorraine había sido cruelmente destruido. El doctor había dicho que era muy probable que su rostro quedara con una cicatriz permanente.

Sin embargo, ¡no tuvo el valor!

Zachary, cuyo corazón ahora estaba consumido hasta el punto de la irracionalidad por Charlotte, todavía la estaba protegiendo como una joya preciosa, ¡ignorando todo lo demás!

Todo lo que podía hacer era fulminarla con su mirada llena de odio. Sus pupilas heladas casi escupían llamas.

Su respiración era pesada, sofocada y temblorosa. Tenía los ojos inyectados en sangre y llenos de odio.

Charlotte levantó la cara y sonrió. “¿La última patada que te di no fue lo suficientemente dolorosa, Tío Jebediah? ¿Por qué no has aprendido nada? Esta vez, será mejor que recuerdes, o la próxima patada será incluso más fuerte que la anterior. Tendré que asumir la responsabilidad si mi patada te lleva accidentalmente al hospital”.

“Tú…”.

A pesar del gran impulso de darle una lección a Charlotte, Jebediah sentía demasiado dolor para moverse.

Charlotte lo ignoró. Ella sonrió con arrogancia, se dio la vuelta y se fue.

Ella acababa de dar un paso adelante cuando sintió un escalofrío en el espacio entre sus cejas. Entonces, vio sus ojos oscuros, negros y encantadores. Ella se estremeció de miedo.

“¡Zachary! ¿Cuándo… cuándo llegaste?”.