Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 561

“Jejeje, Charlotte Simmons, realmente eres una p*rra manipuladora…”. Jebediah miró con severidad los ojos de Charlotte. “Recuerda, no dejaré que Lory sea agraviada por nada esta vez. Puede que no pueda tratarte como la persona detrás del plan, ¡pero me aseguraré de que el b*stardo que fue instigado por ti pague con su sangre!”.

El suspenso en el corazón de Charlotte había llegado a su punto máximo. “¿Qué le vas a hacer a Nicky?”.

Jebediah sintió que su corazón había sido cortado completamente abierto. Sus ojos estaban sombríos como si fuera el diablo que vino a la Tierra, queriendo recoger la vida de alguien de camino al infierno.

“Lo mandaré a prisión. Y no creas que tendrá una vida pacífica mientras esté en prisión. ¡Haré los arreglos para que alguien le corte la cara de manera inhumana en prisión, tal como desfiguró a Lory!”.

Charlotte solo pudo sentir una ráfaga fría golpeándola. Todo su cuerpo quedó completamente congelado por un instante.

Cuando volvió a sus sentidos, Jebediah ya se había ido. Zachary se había apoderado del lugar donde estaba Jebediah antes y se paró frente a ella.

Ella se apresuró a ocultar el dolor en sus ojos e hizo todo lo posible por levantar las comisuras de los labios. “Gracias por seguir creyendo en mí después de escuchar lo que dije con tus propios oídos”.

El rostro de Zachary era tan apuesto que parecía una escultura, pero no había ni rastro de emoción. “Creer en su esposa es el deber más básico de un esposo”.

Charlotte se quedó sin palabras, estaba extremadamente conmovida. Sus ojos se llenaron de lágrimas al instante. “Como sea, Nicky atacó a Lorraine por mí. Debo responsabilizarme sin importar lo que suceda. Sin embargo, tú eres inocente. Tu apoyo frente a tu tío hace un momento ya es más que suficiente para mí. No quiero que te vuelvas a involucrar en este asunto por mi culpa, ¿de acuerdo?”.

Zachary la miró y su voz sonó bastante débil y sin emociones. “De acuerdo”.

La superficie de sus ojos parecía haber estado siempre cubierta por una gruesa capa de nieve; por eso Charlotte no se dio cuenta de la melancolía que se hundía profundamente en el fondo de sus ojos.