Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 590

Para sorpresa de Lorraine, ¡su viaje no fue en vano!

¡Descubrir que Zachary todavía la amaba fue la mayor sorpresa que Lorraine había recibido desde el matrimonio de Zachary y Charlotte!

Charlotte suspiró, sabiendo que ninguna cantidad de demostraciones afectivas con Zachary engañarían a Lorraine ahora. Ella se dio la vuelta y se dirigió a su dormitorio.

“¿Te irás así por así?”.

Lorraine la fulminó con la mirada con lágrimas en los ojos.

Charlotte no se detuvo. Ella ni siquiera se dio la vuelta. “¿Se supone que debo sentarme aquí y escucharte llorar por tu amor inquebrantable por mi esposo?”.

“Pero… te he expuesto. ¿No deberías admitir tu derrota?”. Los ojos de Lorraine se llenaron de asco mientras la miraba.

“¡Ja!”.

Charlotte actuó como si hubiera escuchado la broma más grande del mundo.

“¡Despierta, Lorraine! ¡Deja de ser tan estúpida! Me habría rendido hace mucho tiempo si realmente quisiera. ¿Por qué querría involucrarme en este lío y traernos sufrimiento a las dos?”.

“Tú…”.

Ella miró temblorosa la figura fría y arrogante de Charlotte. Lorraine tenía mil palabras en mente, pero no podía decir una sola.

Al final logró hablar cuando Charlotte abrió la puerta de la habitación y estaba a punto de entrar.

“Charlotte… ¿Te… gustaría ver… mi cara?”. Ella chilló en un tono entrecortado.

Charlotte no podía recordar el hermoso rostro de Lorraine, que una vez la había puesto celosa, mientras miraba a Lorraine ahora mismo…

“¡La has visto ahora! ¡Esto fue lo que Nicholas me hizo por tu culpa!”. Lorraine hervía cuando su dedo tembloroso acariciaba la herida de su rostro. Se obligó a tragarse las lágrimas.

“Solo hay dos cosas que más me importan en el mundo: mi cara y Zach. Ya me has destrozado la cara. ¿Cómo puedes seguir manteniendo a Zachary lejos de mí? ¿Quieres que lo pierda todo? ¿Así estarás satisfecha?”.

La mirada de Charlotte vaciló.

Por un momento fugaz, ella en realidad sintió pena por Lorraine.

Sin embargo, recordó todo lo que Lorraine le había hecho, por lo que sus ojos se volvieron fríos y helados nuevamente.

De alguna manera se las arregló para reunir fuerzas y se agarró la ropa con manos temblorosas. Luego, hizo un gran agujero en su propia ropa con un fuerte desgarro.