Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 599

El agua helada del río empapó el pecho de Charlotte. Ella estuvo a punto de colapsar por el frío durante los primeros minutos.

Sin embargo, respiró hondo y obligó a sus piernas a caminar hacia el hombre ensangrentado que yacía debajo de su caballo al otro lado del río.

Según el guion, Vincent Darkholme había luchado solo contra un ejército de hombres a caballo del otro lado del río para protegerla. Al final, fue atravesado por una flecha y cayó de su caballo. Al ver esto, Violet Lane ignoró el hecho de que estaba embarazada y cruzó el río para salvarlo.

Hoy, un actor temporal estaba interpretando el papel de Vincent.

Sin embargo, esto no era importante.

Charlotte se había imaginado a Vincent como a Zachary.

Ella recordó cómo la flecha envenenada de Tiffany había atravesado a Zachary, casi perdiendo la vida hace unos meses solo para salvarla.

El tiempo parecía volver a ese mismo momento. Se sentía como si el hombre que estaba tirado en el suelo, sangrando, fuera realmente Zachary. Ella hizo todo lo posible por cruzar el río y correr a su lado. Ella lo sacudió con sus manos temblorosas.

“Vincent, ¡no te mueras! Zachary, no quiero que mueras. No puedes dejarme. ¿Qué voy a hacer sin ti? Zachary…”.

'¡Espera! ¿Acabo de llamar a Vincent… “Zachary”? ¡Oh Dios mío!'.

Ella estaba demasiado absorta en sus pensamientos sobre Zachary que terminó gritando su nombre. Esta era su primera audición. ¿Cómo pudo haber cometido un error tan estúpido? ¡Ella estaba acabada!

Ella se volteó incómodamente hacia Dickson. Sus ojos se llenaron de decepción. “Lo lamento, Señor Barkley. Estaba demasiado nerviosa y arruiné la escena. ¿Podrías darme otra oportunidad?”.

Dickson ya se había puesto de pie emocionado mientras Charlotte cruzaba el río. Él sacudió la cabeza.

“¡No es necesario!”.

Los labios fríos de Charlotte temblaron. Sus ojos se llenaron de aún más decepción.

“Has demostrado tus habilidades con éxito. No necesitas una segunda audición”. El tono y la mirada de Dickson sobre Charlotte tenían una calidez y una amabilidad que nunca antes había mostrado.

Él le dio a Charlotte una gran manta de lana.

Charlotte se la puso apresuradamente. Una ráfaga de viento frío pasó junto a ella, y todavía sentía un escalofrío, temblando por todas partes.

Dickson se volteó y miró a una mujer al otro lado del río. “Susie, ¿por qué estás parada allá? Lleva a Carlie y dale una ducha caliente. ¿Vas a asumir la culpa si nuestra protagonista femenina se resfría y retrasa todo nuestro programa de filmación?”.

“Oh… ¡Cierto!”.

Una mujer joven con gafas de montura negra corrió hacia ellos. Tiró suavemente de la mano de Charlotte. “Venga conmigo, Señorita Simmons, rápido”.

“Sí…”.

Charlotte se sorprendió por esta repentina demostración de afecto. Siguió mecánicamente a Susan Sanders y se alejó.