Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 638

Ella le sonrió a Zachary. “Luke me dijo que tienes que beber agua tibia cada vez que tus síntomas surgen. Hay una taza de agua tibia sobre la mesa. Deberías tomártelo”.

Una grieta se formó en el rostro cincelado de Zachary.

Charlotte sabía que él nunca podría alcanzarla en ese momento, ya que estaba bastante lejos de ella. Entonces ella no estaba asustada. Ella de hecho se río y sacó la lengua.

“¿Por qué sigues mirándome, Zachary? Tu enfermedad es más importante. ¡Bebe tu agua!”.

Ella subió las escaleras a toda velocidad tan pronto como dijo esto.

'¡Zachary! Debe haber visto a Lorraine hoy de nuevo. Es por eso que está experimentando síntomas y está tan tenso. De ahora en adelante, no voy a persuadirlo ni consolarlo cada vez que experimente sus síntomas. Ciertamente tampoco voy a ser su saco de boxeo. ¡Voy a fastidiarlo, como hoy!'.

¡Clac! ¡Blam!

La puerta del segundo piso se abrió y se cerró.

Zachary estaba parado en la puerta de la sala del primer piso como una escultura de hielo. Su rostro hosco ahora mostraba un toque de calidez.

Zenios había regresado hoy. Él apenas se había dado cuenta también.

También había oído a Charlotte hablando con Zenios ayer por la tarde. Por lo tanto, había concluido que Charlotte estaba al tanto del regreso de Zenios desde ayer. Tal vez incluso se había encontrado con él ayer.

Zachary no era una persona conservadora.

Sin embargo, él sentía que el hecho de que Charlotte usara atuendos reveladores estaba relacionado con el regreso anterior de Zenios, cuando le dio flores a Charlotte a sus espaldas. Sentía como si una gran roca invisible le aplastara el pecho. Lo asfixiaba, lo agonizaba…

No es posible que Charlotte no haya estado al tanto de la asistencia de Zenios a la celebración del cumpleaños de Miranda esta noche.

Incluso se había vestido con ropa tan provocativa para verlo… Y cuando escuchó que Zenios ya estaba en la casa de Miranda, estaba tan ansiosa por verlo, que ni siquiera podía caminar bien… Eso hizo que su pecho se apretara, y casi escupiera sangre…

Charlotte pareció convertirse en una marioneta y caminó hacia el cochecito de inmediato.

Zachary, que realmente necesitaba usar el baño, la golpeó suavemente en la cabeza.

“Vendré por ti en unos minutos”.

“De acuerdo”. Charlotte, cuyo enfoque estaba completamente centrado en el pequeño bebé, ni siquiera miró a Zachary.

La niñera rápidamente sonrió cuando vio que Charlotte se les acercaba. “Señorita Simmons, ¿me recuerda?”.

“Sí…”. Charlotte miró con encaprichamiento la suave y tierna carita en el cochecito.

“¿Puedo sostenerlo?”.