Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 727

Una mala premonición barrió la mente de Charlotte como una ventisca. “¿Y cuál fue el resultado?”.

Daniel sacudió la cabeza. “Los resultados muestran que el Segundo Amo fue envenenado”.

Charlotte empujó la puerta para abrirla asustada y bajó del coche abruptamente.

Daniel continuó. “El síntoma inicial de una persona que ha sido infectada con este veneno es un desmayo ocasional. A medida que pasa el tiempo, se desmayará con más frecuencia. Y unos quince días después, tendrá un paro cardíaco, y eso es todo”.

“¿¡Días!?”. Charlotte temblaba de miedo.

“¿Entonces qué estás haciendo aquí? ¿No eres doctor? Ahora que el campo de la medicina está tan avanzado y como sabes que fue envenenado, ¿por qué no lo desintoxicas?”.

“Si el Segundo Amo pudiera desintoxicarse, Lucas y yo no estaríamos sentados aquí, llorando…”. Daniel tiró de su cabello con ambas manos.

“Este es un veneno raro. Se llama ‘Dos semanas de Maravillas’ en el campo médico. Solo el doctor o químico que configuró el veneno controla el contenido de cada toxina, y solo la persona misma puede preparar el antídoto. En ausencia de la fórmula del veneno, administrar ciegamente un antídoto al Segundo Amo solo sería contraproducente, causando que el Segundo Amo muera después de dos semanas”.

Charlotte parecía haber caído en un vórtice de hielo. Solo podía sentir que todo su cuerpo estaba siendo encerrado en un bloque de hielo.

Le tomó bastante tiempo calmarse y recuperar su voz. “Entonces… La única forma de salvarlo es encontrar a la persona que lo envenenó, ¿verdad?”.

“Para ser precisos, es necesario encontrar a la persona que envenenó al Segundo Amo dentro de diez días porque si está expuesto al veneno durante más de diez días, el antídoto ya no sería efectivo”.

Daniel se quitó las gafas y se frotó los ojos adoloridos. “En Rothesay, hay bastantes personas que quieren ver muerto al Segundo Amo. Encontrar al que lo envenenó es como encontrar una aguja en un pajar. A menos que aparezca la persona que envenenó al Segundo Amo, es imposible para nosotros localizarlos”.

“Pero… pero…”. Los labios de Charlotte temblaron, y se sintió sin aliento como si estuviera en una maratón, tenía dificultad para pronunciar una oración completa. “La persona que lo envenenó, lo que quieren es definitivamente matarlo, ¿no es así? Esa persona… ¿Cómo se mostrarían?”.